Era la tercera llamada, Diego estaba loco.
Estaba en pleno examen y el perfectamente lo sabía.
Llevaba días así, tratando estar al tanto de todo lo que sucede con mi vida.
Conteste el examen lo más rápido que pude, ya no se si esta bien contestado pero Diego comenzaba a desesperarme.
Salí del salon y conteste la novena llamada de Diego.
-Vaya, hasta que contestas-. No pude decir nada cuando el hablo primero.
-"Buenos días, mi amor. Como has estado?" No se te ocurrió decir algo así.
Este hombre me iba a llevar al limite.
-Dónde estás?-. Su tono cada vez era peor.
-En la escuela, te dije que tenia examen. Por cierto, estuviste marcando a medio examen-
-Voy por ti-. No me dejo terminar cuando colgó.
Apenas iba saliendo de la universidad camino al estacionamiento cuando su auto ya estaba estacionado.
-Por qué tardaste?-. Fue lo primero que dijo en cuanto subí a su auto deportivo.
-Qué te pasa, Diego?-. Dije abrochando el cinturón de seguridad.
-Por qué tardaste?-. Volvió a preguntar.
-Diego, te conteste apenas puse un pie fuera del salón y el camino al estacionamiento es largo.
Diego no dijo nada, estaba serio con su mirada fija al camino. Condujo hasta mi departamento, de mi parte no dije nada.
Entrando lo primero que hizo fue inspeccionar mi casa, pero que le pasaba.
-Y esto?-. Dijo apenas entró a la sala y vio los platos y vasos.
-Pues son utensilios de cocina-. Respondí obvia.
-No me refiero a eso y lo sabes muy bien, Paula-. Comentó enojado.
-Te dije que vendría Erick a la casa.
-Y qué hace aquí? Ahora pareciera que vive contigo.
Su tono subía cada vez más.
-Ya te he dicho que viene a hacer proyectos conmigo y a estudiar.
Diego llevaba días enojado conmigo, todo por mi compañero de clases.
Este compañero venía más seguido, venía temporada de exámenes finales y el era mi pareja de proyectos.
La paciencia de Diego se estaba acabando cuando comenzaba a venir más seguido este compañero.
Hace días también me encontró con el a solas. Otras veces a venido y esta la mesa servida para dos e inclusive le he prestado ropa de Diego. Pero esa vez fue porque se tiro la cena encima.
-Pero cada que vengó el ya estuvo aquí, ni si quiera puedo venir a verte por el.
Y en eso tenia razón, me tomaba muy enserió mis proyectos y exámenes. Le mandaba mensajes pidiéndole que no viniera.
-Sabes que estoy en el último trimestre.
-Si, Paula. Estoy consciente de tu vida en la escuela pero creo que puedes hacer un espacio para mi.
-Desde un inicio te dije que lo más importante para mi eran mis estudios-. Comente cruzada de brazos.
Diego apenas iba a hablar cuando mi teléfono lo interrumpió.
-Si?-. Contesté.
-De nuevo en tu casa?
Pude ver como Diego frotaba sus manos en su rostro. Claramente había escuchado todo.
-No, erick. No es un buen momento.
-Está ahí Diego? Mandale saludos de mi parte, adiós.
-Mjm-. Fue lo único que dije para después colgar.
-Lo ves Paula-. Habló de nuevo Diego.
-Se la quiere vivir aquí contigo y tiene el descaro de "mandarme saludos".
-Por favor Diego, te manda saludos porque te conoce. El piensa que son amigos.
-Pues se equivoca, los "amigos" no se intentan bajar las novias.
-Diego, el no quiere hacer eso.
-Y lo sigues defendiendo.
-Porque digo la verdad, pero eres un celoso y tóxico de lo peor.
Ya ni si quiera hablábamos, estábamos gritando.
Las lágrimas empezaban a caer por mi rostro.
-Vete Diego, porfavor-. Dije apenas en un susurro.
-No Paula, déjame arreglar esto.
No dije nada, solo di la vuelta conteniendo mi llanto. Parecía conocer menos a Diego, este no era el Diego que conocí del que me enamoré.
Escuche la puerta y me di la vuelta solo para ver que Diego no estaba. Y ahí fue cuando me derrumbe por completo, mi relación se había ido a la basura.
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