Tu y Yo a Muerte

Zeta

Me volví a despertar en mi habitación pero está vez no habia nadie me encontraba completamente sola.
Quise salir de donde estaba pero la puerta estaba cerrada con llave.

Me sentía realmente ansiosa y era incapaz de controlarme, miraba el reloj y las horas cada vez pasaban más lentas y se hacían más pesadas. Parece ser que me gusta torturarme ya que me puse a pensar en como mi abuelo podia estar vivo y la verdad es que no le encontraba el sentido y el hecho de que me hubiesen tenido que convertir, era todo demasiado confuso.
Se que más pronto que tarde averiguaré la verdad, no me podrán mantener oculta la verdad por demasiado tiempo.

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Necesito salir de mi habitación ya que no soporto este encierro, es demasiado agobiante, parece ser que han levantado una especie de protección y no puedo traspasarla, también intento salir por el balcón o abrir algunas de las ventanas para que al menos entre un poco de aire, pero no puedo esta todo completamente sellado.
Después de que pasasen horas y horas, y de que perdiese la noción del tiempo alguien entró en mi habitación. Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo era Madison mi mejor amiga que llevaba años en coma por un accidente que ocurrió hace años, y yo creía que aún lo estaba. No puede evitar pensar en cuánto tiempo había pasado completamente sola y abrumada en mi habitación para que hubiese pasado este y ni me hubiera enterado.

No lo pude evitar me invadió una gran nostalgia cuando nos abrazamos, las dos llorábamos a lágrima tendida, pero aun así nos reiamos y estábamos felices del volver a vernos después de tanto tiempo. Durante estos minutos pareció que todos los problemas de mi vida y de las personas que nos rodeaban desparecieron por completo.
Madi era tal y como la recordaba no había cambiado nada, tan optimista a pesar de lo que ocurriese, siempre te sacaba una sonrisa y esto es por lo tozuda que es y puede llegar a ser.

-Madison- Mar estás bien te veo muy cambiada.

Un momento creo que Madison no tiene ni idea de la mitad de las cosas.

- Madison porque no te sientas aqui conmigo que te tengo que contar muchas cosas, no te imaginas cuántas.

-Madison- ¿Buenas o malas?, haber si adivino tiene que ver con el chico que estaba abajo y que hablaba de ti no?

No lo pude evitar algo recorrió mi interior debido a los últimos días vividos, y como no Madi se dio cuenta.

-Madison- que pillina te has ehhh

-Madi por favor no seas exagerada. Cada vez me estaba poniendo más nerviosa e inquieta, necesitaba salir de ahi.

-Madison- ¿que te pasa Mar?

-Solo estoy un poco cansada, no te preocupes.

-Madison- ¿Mar estás colocada? Tía estás como una cabra.

-No estoy colocada, Callate de una puta vez coño.

-Madison- eyy Mar calmate.

-No estaba hablando contigo Madi.

-Madison- y si no era conmigo con quién era?

-No importa no es nada.

-Madison- no estás en tus cabales, mejor voy a llamar a tus padres.

-Madi porfa no digas nada.

Se lo decía entre lágrimas y sollozos, sentía que me desmoronaba, cuando mi cuerpo no lo soportaba más me desmaye y caí al suelo haciendome una pequeña brecha en la cabeza, lo mas extraño de todo es que Leo también se desmayo a la misma vez que yo y también se terminó haciendo la misma herida.

Me levantaron y me dejaron encima de mi cama. Aunque no estoy inconsciente, estoy mareada y tengo un dolor de cabeza insoportable, y el dolor cada vez va a más, no comprendo que está pasando, escucho de fondo decir a mi madre, su poder los consume y cada vez los lleva más al límite, hay que pararlo como sea.
Después de esto todo se volvió incluso más confuso, estaba claro que nuestros padres no estaban siendo del todo sinceros con nosotros ya que nos estaban ocultando la mayor parte de la verdad, y solo nos habían contado una pequeña parte de la gran mayoría.