disfruten de esta historia donde nos situamos en un mundo donde la tecnología y el entretenimiento van de la mano, dónde absolutamente todos en el planeta disfrutan de los combates vistos en el gran y único torneo de "VIDAS EN JUEGO"
La siguiente hi...
Ya era tarde por la noche en aquella enorme mansión iluminada únicamente por el brillo de la luna llena, cada ventana por donde se filtraba la luz estaba destruida, las paredes manchadas de sangre al igual que el piso y el techo de cada rincón en ese lugar.
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Sin embargo, lo más destacable no era que toda la mansión parecía haber sido arrasada por un tornado, ni lo 8 cuerpos sin vida en el salón principal, tampoco los diez cuadros con personas que estaban en el salón principal, o el hecho de que casi todos estaban tachados con una cruz roja.
Lo realmente destacable eran dos hombres mirándose cara a cara en lo que parecía ser un bosque cerca de la entrada de aquella mansión, ambos bastantes heridos y con armas en las manos, unas bastantes peculiares.
Uno con un largo cabello blanco que llegaba hasta sus rodillas, ojos carmesíes que no dejaban de fulminar a su rival, además era alto, aproximadamente un metro noventa, y en ambas manos un arma poco común, se trataba de dos katanas cortas con el detalle de que el lomo era muy similar a una motosierra, tiendo en el mango de ambas la correa de arranque colgando.
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El otro, tenía un corto cabello negro con mechas rojas, unos ojos verdes como esmeraldas, su altura era un poco menor a la de su rival, midiendo aproximadamente un metro ochenta. A su alrededor se encontraban seis discos flotando irradiando un brillo celeste, dos a los lados de sus piernas, dos a los lados de sus brazos, uno sobre su cabeza y el último detrás de su espalda, siendo este mucho más grande que los demás.
