𝐂𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐂𝐨𝐫𝐭𝐨𝐬| 𝐌𝐢𝐫𝐢𝐜𝐡𝐚𝐫𝐜𝐞

Marcos el enfermero

Érase una vez un enfermero muy simpático y agradable llamado Marcos.

Marcos hacía a sus pacientes las visitas más alegres, más amenas y tranquilas. Todos los pacientes que visitaba Marcos salían de la visita con una sonrisa de oreja a oreja.

Y es que, este enfermero aparte de hacer muy bien su trabajo, saca sonrisas a los más pequeños del centro, y a los no tan pequeños. Así, ¿Quién no va a querer visitarse con Marcos?

Una vez, una paciente de Marcos, llamada 'Raquel' de veintidós años, siempre iba a su consulta 1 vez al mes, a que Marcos, le hiciera un control; le pesara y le midiera la tensión.

Raquel, un día se sentía muy mal con ella misma y no estaba conforme con su cuerpo. Y le explicó la situación a Marcos, le dijo que quería hacer un pequeño cambio respecto al peso, para verse mejor con ella misma. Comparaba el como estaba hace 1 año atrás a como está ahora.

A lo que Marcos le decía: si antes pudiste, ahora también eres capaz, eres capaz de absolutamente todo lo que te propongas lograr.

Marcos, le imprimió una pirámide de alimentación para que Raquel pudiera seguir un ejemplo de los alimentos que son más saludables y los que no lo son tanto. También le aconsejó que practicase algún deporte que le gustase y que caminase a diario.

Raquel se puso muy contenta al ver que el enfermero Marcos la iba a ayudar en el inicio y en todo el proceso.

Y una vez más, Raquel salió de la visita satisfecha y con una sonrisa. Todo gracias a la simpatía y ayuda del Súper enfermero.

-Miricharce.