𝘓𝘢 𝘏𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘥𝘦 𝘓𝘶𝘤𝘪𝘧𝘦𝘳. [𝘏𝘢𝘻𝘣𝘪𝘯 𝘏𝘰𝘵𝘦𝘭 𝘹 𝘖𝘤]

𝐂𝐀𝐏.- 𝟎𝟎𝟑

-Estan en bocas de todos, Al.

-Y eso significa; Buenas noticias, cielo mío.

-Que impredecible puedes llegar a ser, Alastor.

-Lo sé, ¿Por eso tenemos un vínculo tan fuerte, no es así, querida?- dijo el demonio, mientras jugaba con su bastón.

-El infierno no es tan aburrido si estoy yo.-Dijé

-Siempre tan graciosa.- sonríe macabramente.

Por otro lado.

-¡Esto se ve grandioso!- dijo Charlie, mientras arreglaba aquel enorme cartel que decía "Primera Feliz Semana, Sir Pentious".-Estoy tan emocionada de que Sir Pentious se aloje en el hotel!-

-Eh? Te recuerdo que trató de tomar la ciudad con sus pendejadas.- dijo Vaggie, cargando a Charlie, ayudandola a bajar de las escaleras.

-¡Bueno, no lo he visto intentar nada de eso aquí!- dijo Charlie. Inmediatamente luego de eso, apareció Pentious con una máquina cañon.

-¿Que carajos es eso?- exclamó Vaggie.

-¡Un cañon, para matarlos a todos ustedes! Por ser tan cordiales y amables conmigo, siento que están conspirando.- dijo, mientras una mujeres entraban al hotel, pidiéndole que firmase el contrato.-Gracias, gracias.-

-Adios.- las mujeres se fueron.

-¿Le compras a Carmilla?, ¡No! De ninguna manera. Y segundo, si la gente es cordial y amable, es porque ellos quieren! No porque estemos conspirando contra ti!- explicó Vaggie, quitándole los artefactos de la mano.

-Tengo mis dudas.- Dijo, al ver cómo Husk, Ángel y Nifty le mostraban el dedo del medio.

-¡Ya se! Esa podría ser la enseñansa de hoy!, ¡Confiar!- dijo Charlie.

-Pues primero establezcamos reglas. Primero; nada de dispararle a los huéspedes. Segundo; deshaste de esas cosas!- señaló a sus huevesillos.

-¿Qué? No le hagas nada a mis pequeños, obedecen mis malvadas órdenes!

-Te quedas y convives con nosotros, o te llevas esas cosas.

Pentious se lo pensó unos segundos, para luego empezar a afligirse.

-¡Bien! Váyanse! No lo hagan más duro!...- dijo, mientras cubría sus lágrimas.

-Me los llevo.- dijo Vaggie, arrebatando a sus secuaces, los cuales ahora la seguían.

Vaggie se dirigió a la habitación de Alastor, abriendo la puerta.

-¿Te importa? Estoy en la mitad de mi desayuno.-Dijo el demonio, mientras saboreaba la carne de aquel ciervo muerto sobre su mesa.