ᴘʀᴇᴛᴛʏ ʙᴏʏꜱ ᴅᴀᴇʀɪɴ

05

!¡ Pretty Boys !¡

El aire les pegaba en el rostro, Haerin lo agradeció porque las nauseas le estaban haciendo sentir apresada.

Con una mano en su estómago aspiró de nuevo, tratando de mentalizarse con que no tenía ganas de sacar todo el almuerzo.

Danielle no se había alejado, se mantenía dándole suaves caricias en su espalda mientras esperaba a que la castaña tuviera una mejor cara.

La pelinegra le extendió de nuevo la botella de agua y Haerin le agradece con la mirada para beber el contenido.

--¿Mejor?-- cuestiona la australiana, Haerin asiente con una sonrisa.

--El aire cae bien-- responde cerrando la botella. --Gracias por el agua, la necesitaba-- vuelve a decir y Danielle asiente.

Se quedan un momento en silencio hasta que Danielle recapacita y le da un suave golpe en el brazo, la coreana se queja y le ve mal.

--¿Y eso por qué?--pregunta sobando el área golpeada que realmente no duele, pero ama dramatizar.

--Deberías dejar de saltarte clases, tu mamá te matará si se entera– le reprocha a lo que Haerin suelta un suspiro.

--Si nadie le dice no se dará cuenta, está demasiado ocupada como para preocuparse-- se encoge de hombros tratando de lucir despreocupada.

La verdad, es que el trabajo de la señora Kang era un completo caos, al ser una doctora, tenía turnos bastante incierto y rara vez convivía con Haerin. Al ser hija única con una madre soltera, la castaña agradeció tener amigas para no sentirse tan sola.

--Sabes que aún así se preocupa por ti-- le dice Danielle, Haerin se encoge de hombros.

--No hablemos de esto-- sentencia la castaña para empezar a alejarse, Danielle le sigue de cerca.

Se siente un poco mal por haber tocado un tema sensible para la castaña, pero tampoco quería que estuviera faltando a clases solo porque si o recibiera más castigos.

--Haerin-- llama, la castaña no voltea a verla, tan solo hace un sonido para indicar que está escuchando. --No te enojes-- pide y escucha un suspiro por parte de su amiga.

--No estoy enojada-- al fin voltea para mostrarle una bonita sonrisa a Danielle. --Solo no quiero hablar de eso en este momento, gracias por preocuparte por mí-- le dice con honestidad para pinchar una de las mejillas de Danielle con cariñio.

--¿Cómo no me voy a preocupar?-- murmura Danielle, apretando sus labios con un poco de molestia. --Deja de hacer que me preocupe, tonta-- es el turno de Danielle para pinchar la mejilla ajena.

Ambas ríen y siguen su camino, Haerin le propone que se salten la siguiente clase y Danielle le da un golpecito mientras murmura un: tú no aprendes.

A regañadientes, Haerin es llevada a la clase de inglés que era la última de ese día. Las chicas entraron cuando faltaban 15 minutos para el periodo ya sin el uniforme de educación fisica.

En los quince minutos restantes, vieron entrar al resto de sus compañeros y al profesor Louis, un hippie bastante agradable.

El ejercicio fue en parejas, porque debían practicar conversaciones y como siempre, Haerin y Danielle lo hicieron juntas.