Decepciones y tragedias... ¿Quién no las ha experimentado en la vida?
Emily, una joven que enfrenta la vida con una sonrisa, a pesar de que las decepciones y tragedias la siguen a donde quiera que vaya.
La pérdida de su madre y el odio de su padre s...
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Emily
Tres horas no han sido suficiente para que el dolor de cabeza se me vaya y esta música que se escucha a alto volumen no ha sido muy buena para mi. Me moví en la cama quedando boca arriba, mirando al techo mis pensamientos empezaron a aparecer y el miedo también. ¿Y si mi padre me ha encontrado?
Eso no es posible, Emily.
Pasé meses planeando mi tonto escape, nadie de mi alrededor notó algo diferente mientras lo hacía y si él estuviera aquí ya me habría encontrado y llevado a casa. Aún así tengo miedo, mucho miedo de salir a la calle, todavía recuerdo cuando salí molesta del estudio de baile y me dirigí en donde estaba Oliver pero cuando estaba cerca de la puerta un hombre cargó de mi tapándome la boca y me dirigió al callejón más cerca.
En esa área se encuentran muchos callejones lo que no me facilitó para nada, ellos me llevaron a un pequeño callejón en donde dos hombres más se encontraban ahí esperando, ellos dos me agarraron mientras que el otro me decía cosas que no me iban a lastimar si colaboraba con ellos pero me negué y pateé al hombre que me agarraba desde atrás pero el otro no me soltó aunque también le di, era demasiado fuerte para mi y de ahí me llevaron a un almacén en donde esis trabajadores no me ayudaron e incluso ni me observaban, eso era muy raro.
Al principio estuve sentada en una silla normal y me dieron un plato de comida pero lo dejé en el mismo lugar en donde lo dejaron porque no iba a comer algo que me entregaron esos secuestradores, me sujetaron a la misma silla después de haber roto la ventana que había en esa habitación con la intensión de escapar lo que no pude lograr porque a la vuelta se encontraba varios hombres con la misma ropa negra que todos usaban, cuando me sujetaron, me obligaron a comer su comida y luego empezaron las preguntas pero ninguna respondí, solo cambiaba el tema y me reía de ellos al no poder lastimarme aunque uno de ellos desobedeció esa orden y empezó a abofetearme y rasgarme la ropa para que hable pero le tendí una trampa al decirle que se me acerque y le quité la máscara que tenía.
El hombre que me secuestró es el mismo al que le quité la máscara y vi su rostro con varias cicatrices al lado de los ojos y cerca de su boca, después de ahí me taparon los ojos y no me molestaron más excepto cuando empecé a gritar para que me quiten la tela de los ojos pero solo conseguí que me taparan la boca y me inyectaron una droga para que me quede dormida. Todo el tiempo estuve esperanzada a que me salvara alguien y así fue, los dos hermanos duraron mucho pero no me quejo porque me ayudaron.
Me levanté de la cama dirigiéndome al espejo y observé qué mis mejillas ya no estaban tan rojas como antes, aún quedaban rastros pero no tanto como antes, Cracie dormía en mi habitación hasta que llegara Helen y la muy tranquila bebé dormía tranquilamente, acaricié el poco cabello qué sobresalía de su gorrito y luego salí de mi habitación para decirle a quien sea que tenga la música alta.
Caminé como zombi hasta la escalera principal y abrí los ojos perfectamente al notar todos los hombres bebiendo y caminando por la casa, me alejé de las escaleras y desde aquí arriba pude ver a más por la cocina y en la piscina, solo hombres habían, ni un rastro de alguna mujer y sólo se me ocurría a alguien que haría eso: Connor.
