Extra

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Tras pasar gran parte de la mañana y tarde en casa de Reval junto con Charlie, la pareja decidió emprender viaje nuevamente hacia la casa de Alan, dejando el auto en el que Jeff había viajado horas antes, al cuidado de Charlie, mientras que ambos volvían cómodamente en la jeep negra, con la que Alan fue a buscarlo. El viaje estaba siendo tranquilo y ameno, una suave y lenta melodía se escuchaba a través del parlante que los hacía tararear de vez en cuando. La mano izquierda de Alan descansaba de manera confortable sobre el muslo derecho de Jeff, regalándole algunos apretones por momento que hacían al menor temblar bajo su tacto.

La respiración de Jeff se entrecortaba cada vez más al sentir los dedos de Alan clavándose en el interior de su muslo, la ropa comenzaba a quemar sobre su delicada piel y la necesidad por sentir a Alan se extendía como fuego en su interior. 

- Phi - soltó en un jadeo ahogado - ¿Cuánto falta para llegar?

Alan solo una pequeña risa nasal mientras le regalaba una corta mirada cargada de amor y excitación para después volver a poner sus ojos en el camino.

- No mucho Nong - respondió un minuto después

Jeff soltó un bufido que provoco a Alan,  logrando que esta vez, el apretón sea ubicado cerca de la ingle y mucho más fuerte que las veces anteriores, ambos estaban seguros que ese toque iba a dejar marcas durante unos días. Jeff posó su mano derecha sobre la izquierda de Alan impidiendo que este la retire de aquel lugar.

- Nuu no juegues - advirtió con un tono amenazante

- Te necesito Phi, hace una semana que no estamos juntos - contesto con un pequeño puchero adornando sus labios, el menor sabia que se estaba metiendo en un terreno peligroso pero de igual forma no le importaba, solo quería jugar con la poca cordura que quedaba en el mayor.

En un rápido movimiento Alan estacionó el auto delante de la puerta principal de su hogar, tomando por sorpresa a Jeff quien creía que todavía faltaban unos cuantos minutos más para llegar a destino. El mayor bajo rápidamente del coche, corriendo al lado del copiloto para ayudar a bajar a su amante, el cual reprimió una sonrisa al ver los desesperados movimientos de su Phi.

Una vez fuera del auto, Alan unió su boca a la boca contraría en un desesperado encuentro de labios, saliva y dientes chocando entre sí. Con desesperación el mayor guio a Jeff al interior del hogar. Entre tropezones y algunos pequeños golpes, llegaron al enorme living decorado con elegantes sofás que se encontraban desparramados a lo largo del lugar, incentivando a las ganas de Alan a tomar a Jeff en cualquiera de ellos. 

- Ni lo pienses - soltó el menor cuando vio a Alan perdido en sus pensamientos - Esos sillones los utilizan los chicos, además la puerta está justo ahí. - señalo la entrada a pocos metros del sofá principal. 

- No importa amor, además si no les gusta donde nosotros hacemos el amor, ellos pueden volver a sus hogares y así estrenamos todos estos sofás como más nos guste - contesto cegado por la lujuria

- Alan - reclamo Jeff, sabia que este no lo decía en serio pero igual se sorprendió ante las ganas del mayor por usar los sofás de aquel enorme living. - La puerta esta justo ahí, además hay ventanales por todos lados, que pasa si entra Babe, Sonic o incluso Kim, te recuerdo que son alfas que están viviendo en este lugar también, ¿No tendrías problema en que me vieran desnudo? - los labios de Alan lo besaron de forma ruda, dándole a entender que jamás iba a permitir que eso sucediera. 

- Vamos a la habitación - susurró para después tomarlo entre sus brazos y caminar directo a la habitación principal. - Pero te advierto que una vez que ellos no estén, vamos a probar hacer el amor en todas y cada una de las superficies de esta casa 

Traición - TS -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora