🎥 | ¡No es de importancia!

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Cuando el tipo entro al set de forma brusca ninguno le tomo importancia dejando al pobre chico decepcionado por ver qué nadie se sorprendió de su gran entrada.

- Maravilloso, Muy linda entrada.
Exclame con un aplauso hacia el chico, los ojos del tipo brillaron al ver qué alguien lo había notado. Wallace solo señaló el chupeton en mi cuello.

- Ya tiene un alfa.
Dijo Wallace tirando de mi cintura bruscamente, mis mejillas se tornaron carmesí por la acción del pelinegro.

- Vamos a casa, Mon amour~
El pelinegro jalo de mi mano fuera del set, dios.. no podía negarlo, cuando hablaba francés no había forma de resistirme.

Después del cansado viaje en auto llegamos al departamento de Wallace, donde fuimos al grano.

Wallace se lanzó a besarme con una pasion que encendía fuego en mi cuerpo. Una chispa, los besos breves se convertían en besos candientes y llenos de lujuria. Sus manos vagaban por todo mi cuerpo, amasando mi trasero con sus grandes manos.

La ropa empezaba a estorbar cada vez más en nuestro cuerpo. Wallace empezó a desnudarme pero me queje por la falta de contacto de piel con piel. Wallace no tardó en deshacerse de su ropa y aventarla en cualquier lugar de la sala.

Verlo tomar la botella de vaselina fue la cosa las caliente del momento. Metió sus dedos en mi estrecha y ahora mojada entrada para juguetearlos en forma de tijera dando pequeños espasmos en mi cuerpo haciendo que mi espalda se arquera.

- Me vas a romper los dedos si me sigues apretando de esa manera.
Dijo de forma burlona el azabache y saco sus dedos al terminar de preparar mi entrada.

Se puso entre mis piernas para mantenerlas abiertas mientras con el falo de su miembro entrando y saliendo de mi entrada de forma burlona solo para provocarme.

- Basta Wallace, mételo ya!
Dije desesperado esperando que el azabache entendiera mis súplicas y solo recibo unos ojos en blanco. Siento su virilidad entrando en mi y suelto un profundo gemido. Sentí toda mi entrada arder por el sentimiento de un intruso en mi agujero.

Sus embestidas empezaron fuertes, sin ningún aviso. El dolor se convirtió rápidamente en placer. Haciéndome soltar jadeos y gemidos en su mayoría, lo sentí masturbar mi miembro mientras metía y sacaba el suyo dentro de mi apretada entrada.

- Eres una zorrita. Te gusta esto no? Que te haga un show de celos y después te domine en el sofá.
El escuchar esas palabras solo hizo que sintiera mi coito más cerca. Dios, en serio me gustaba que me hablarán sucio?..





Mi Camino esta a tus pies. | Wallace x T/n Donde viven las historias. Descúbrelo ahora