La tradición cruel dicta que los varones, al cumplir los 16 años, deben aventurarse más allá del muro en busca de víveres y esperanzas para el reino. Mientras me preparo para esta peligrosa travesía, siento la presión de las expectativas y el peso de la responsabilidad.
En la imponente sala del trono, el Rey observa con severidad a su hijo, el príncipe Kim Taehyum quien desafía con determinación las decisiones de su padre.
Tae: ¡Padre, no puedo aceptar enviar a jóvenes del pueblo más allá del muro! Muchos no regresan, y las familias sufren por la pérdida de sus seres queridos.
Tae, como el único heredero al trono, debes comprender la necesidad de proteger a nuestro reino. La hombría se demuestra no solo en palabras, sino en actos valientes para asegurar la supervivencia.
Pero, padre, ¿no hay otra manera? ¿No podemos buscar soluciones que no impliquen sacrificar a nuestra juventud en una travesía tan peligrosa?
La realidad es dura, hijo. Como futuro líder, debes entender que las decisiones no siempre son fáciles. Es tu deber garantizar la seguridad de nuestro reino, incluso si eso significa hacer sacrificios.
¡Pero es inhumano! ¿No sientes el dolor de las familias que pierden a sus hijos? ¿No te conmueve la frialdad de enviarlos a una muerte segura?
Debes aprender a separar la emoción de la razón, Kim Tae. El liderazgo conlleva responsabilidades difíciles. No siempre podemos evitar el sufrimiento, pero debemos asegurar la supervivencia del reino.
La sala del trono resuena con la tensión de la disputa entre el príncipe y su padre, mientras ambos luchan con sus convicciones y el peso de las decisiones que afectarán el futuro del reino.
Siempre me he sentido débil, diferente. Puedo palpar la decepción en la mirada de mi padre, en sus palabras que resuenan como una sentencia. "Fue por tu culpa que perdimos a tu madre", susurra en mi mente, un eco constante de mi propia debilidad.
Las palabras amorosas de mi madre aún resuenan en mis recuerdos. "Mi Tae, eres un buen niño. Debes ser un Rey bondadoso hacia el pueblo", me decía con dulzura. Pero ahora, me siento perdido entre la sombra de mi padre y el eco amoroso de mi madre.
En medio de esta tormenta interna, cuestiono quién debería ser y quién no. ¿Debo abrazar la hombría fría que mi padre exige, o seguir el llamado compasivo de mi madre? La balanza de mi identidad se inclina en una lucha constante, dejándome enredado en un dilema que parece no tener fin.
Así, me encuentro atrapado entre la expectativa de la fortaleza y la ternura. La figura de un futuro Rey luchando contra su propia naturaleza, mientras la sombra de la decepción y la luz de la bondad maternal se enfrentan en mi corazón, marcando el incierto camino que debo recorrer.
Estoy perdido entre mis pensamientos hasta que escucho un leve golpeteo en la ventana de mi habitación. Mi rostro se ilumina con una sonrisa al reconocer la señal; solo puede ser mi amada Rose.
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Corazón maldito
FanfictionEn un mundo apocalíptico dividido por un muro para protegerse de un virus zombie desencadenado por la peste negra, el joven príncipe Tae se ve atrapado entre el deber real y su deseo de cambiar las crueles tradiciones de su reino. Su romance secreto...