La castaña intentaba respirar como había estado practicando aquellos meses, pero ¿por qué mierda nadie le dijo que iba a doler?
Estaba teniendo dolores en aquel momento, al bebé se le ocurrió querer nacer después de que haber tenido otra pelea con su padre.
—¿Por qué ahora? —murmuró la chica soltando otro pequeño grito de dolor—. ¡¿Quieres esperar un momento?! —grito al borde del llanto.
Cuanto tuvo su varita en su mano, no tardó en mandar un patronus en busca de ayuda, necesita a alguien con ella ahora o de lo asustada que estaba juraba que no podría llegar sola a San Mungo.
Siguió con aquellas respiraciones, las sabía, pues ella las había enseñado antes a sus pacientes embarazadas, ahora era ella la paciente.
Segundos eternos fueron para ella, en el instante que escuchó un ruido y la puerta de su casa abriese, Draco había llegado.
—Vaya, pensé que era otra de tus falsas alarmas —murmuró al ver a su amiga intentando mantenerse de pie, así que fue rápido a ayudarla—. ¿Dónde está ese idiota? —preguntó algo enojado mientras la ayudaba a caminar a la salida.
—Peleamos —respondió soltando un gruñido de dolor—. Solo espera un poco, cariño —murmuró a su bebé.
Draco dejó aún lado sus nervios al ver a su mejor amiga en labor de parto; la llevó a San Mungo, donde los senadores al verla no tardaron en acudir a ayudarla.
—¿____________? —dijo Janedith al verla—. ¿El bebé? —preguntó, pero ella solo respondió con un gruñido—. Yo ayudaré —les dijo a las enfermeras y miró a Draco—. Avísale a los demás y luego ven.
—Pero...
—¡NO ME VAS A DEJAR SOLA! —gritó su amiga—. Por favor —dijo algo asustada.
Draco miró a su mejor amiga y asintió con la cabeza. Ella soltó un resoplido de alivió, mientras se dejaba guiar por Janedith y otros sanadores a una sala de parto.
Tenía tantas emociones en ella, pero el dolor de las contracciones la hacían gritar cada segundos, mientras la rubia la ponía en una camilla y los sanadores empezaban a moverse y prepararse.
—Toda irá bien, linda —la consoló Janedith con una sonrisa.
—Duele horrible —habló la castaña mientras soltaba unas lagrimas y soltaba otro grito—. ¡¿DONDE ESTAS, DRACO?! —gritó a su amigo.
—Aquí —dijo nervioso mientras entraba y se ponía a su lado.
—Toma su mano —le ordenó Janedith—. Si me lo permites —miró a __________—, te ayudaré a traer a tu bebé.
Ella asintió con la cabeza, así que Janedith le indico que abriera las piernas, mientras Draco miraba de reojo todo, ¿entonces todo aquello lo viviría en dos meses?, pensó, pero rápidamente soltó un gritó cuando su amiga apretaba su mano y soltaba otro grito.
—Esa es mi mano —se quejo.
—¡TE QUEJARAS CUANDO UN SER ESTE SALIENDO DE TI! —lo regaño mientras soltaba otro gritó—. ¡Saquenlo ya! —ordeno a las sanadores.
—Calmate mujer —dijo Draco, ganandose una mirada de muerte—. ¡¿Qué no la oyeron?! —le dijo a los sanadores.
—Tienes que volver a pujar —le indico Janedith.
—No, ya no quiero —respondió la castaña empezando a llorar y miró a Draco—. ¿Y si no soy buena madre?
El rubio platinado la miró con ternura y beso su frente.
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Punto y Aparte || Regulus Black.
FanfictionSegunda libro de Tomorrow, "Punto y Parte" Regulus regresa después de cinco años, queriendo volver a lo de antes, volver con ella, sin contar lo nuevos cambias que había, cono el hecho de una pequeña personita. ¿Sería prudente pedir una última oport...