Uno: Gemelos Kawata.
La pelirosada suelta un suspiro, su jornada como profesora el día de hoy había sido un plomo, su omega interno estaba sofocado por tanto trabajo, deseaba estar con sus alfas y ser impregnada con el olor de ellas.
Es la hora de la salida, la mayoría de sus estudiantes se habían retirado, ella se quedó calificando algunos ejercicios de la semana pasada. Tomó un sorbo de su taza de café para tener un poco más de energía y terminar el día de hoy.
Lo único que se escuchaba por el salón era el bolígrafo marcando el exámen. Tachibana acomodaba los examenes para poder calificarlos más fácil. Desde el grado más menor hasta el mayor.
Con un suspiro profundo, Tachibana volvió a concentrarse en los exámenes. El bolígrafo se movía lentamente sobre el papel, tachando respuestas incorrectas, dejando notas al margen y sumando puntos. A pesar de estar cansada, la profesora no podía dejar de buscar la perfección en cada tarea que calificaba. Era su naturaleza, algo que le habían enseñado desde pequeña. Sin embargo, había algo en su interior que la molestaba. Algo que le provocaba una presión constante en el pecho, como si algo estuviera faltando.
Tomó un sorbo de su café, su aroma a durazno comenzó a agriarse por la jornada pesada que tuvo el día de hoy, iba a continuar estresándose hasta que la puerta de su salón se abrió con delicadeza, la Omega volteó hacia esa dirección, esperando que algún administrativo estuviera presente, pero no fue así.
Su ceja se arqueó al ver a Souya Kawata y Nahoya Kawata, dos alfas gemelos. Ambos eran de cabello esponjoso rizado, lo único que cambiaba era el color, y sus expresiones faciales. Sus animales eran unos poderosos linces. Eran de segundo E, y Hinata se preguntaba que hacían en la sala tan tarde.
"¿Qué hacen aquí?" pensó Tachibana, pero no dijo palabra. Su ceja seguía alzada mientras los observaba, esperando alguna explicación. Los gemelos no parecían tener intención de salir, al contrario, se acercaron lentamente al escritorio de la profesora.
Angry, con su expresión de enojado, comenzó a hablar. – Perdone la hora, Tachibana-Sensei. Solamente estábamos esperando que los demás se fueran. –
Su gemelo asintió a su lado. – Queríamos pedirle un favor, ya que es la única profesora que me cae bien, y es una omega. – Exclamó con una gran sonrisa, susurrando lo último, ganándose un pequeño regaño de su hermano.
Hinata ignoró las palabras dichas por el gemelo mayor. – Depende del favor. ¿Cuál es el tema?
– Verá, no se si habrá escuchado del Omega de primer año. – Volteó a ver a su profesora quien asintió, era Hanagaki y se habían topado varias veces, era un niño muy lindo y carismático.
Tachibana frunció el ceño, notando que los gemelos parecían haberse acercado con un propósito claro, y no era sólo una cuestión de un examen o una duda académica. La manera en que Nahoya hablaba, con ese tono casi implacable de alguien acostumbrado a obtener lo que quería, hizo que la profesora se sintiera ligeramente incómoda. Sin embargo, la mención de Hanagaki captó toda su atención.
– Sí, conozco a Hanagaki – respondió Tachibana con una leve inclinación de cabeza, su mirada tornando más cautelosa. El chico de primer año era el tipo de alumno que, a pesar de su juventud, había logrado ganarse el afecto de muchos con su carisma y dulzura, pero también sabía que en este tipo de situaciones, los jóvenes alfas podían estar interesados en algo más.
Smiley no desvió la mirada, su expresión permanecía seria, pero sus ojos brillaban con una chispa que Tachibana no pasó por alto. – Nos gustaría pedirle que nos ayude con algo relacionado con él. Es algo privado, por lo que no quise hacerlo en presencia de los demás. ¿Podemos contar con su discreción, profesora? –
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𝐂𝐥𝐚𝐬𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐞𝐣𝐨
FanfictionCambiaformas: ser humano que puede cambiar generalmente adoptando la forma de un animal, o otro ser vivo. Existe una escuela especializada para personas que son cambiaformas, Hinata Tachibana, era una mujer de 20 años que trabajaba ahí, sin dejar pa...