Entre tres corazones - Drarry [Harry Potter]

Menos insoportable

Harry caminaba tras su padre y su padrino, quienes no parecían  estar especialmente felices con su participación en el torneo de los tres magos y ciertamente tenían que hablar con el Jefe del Departamento de Cooperación Mágica Internacional, Barty Crouch, quien se estaba encargando de llevar a cabo el torneo de los tres magos correctamente.

Yendo hacia la oficina de Dumbledore tuvieron la dicha de cruzar su camino con el profesor Snape, quien claramente mostró su desagrado ante la presencia de Sirius y James.

Los adultos hubiesen disfrutado tener una cálida discusión como en los viejos tiempos, pero debían hacer otras cosas y el profesor de defensa contra las artes oscuras tampoco es que deseara conversar con ellos.

En la oficina del director se encontraba el señor Barty Crouch e inesperadamente también estaba el Ministro de magia, Cornelius Fudge.

– Es un niño y aunque claramente es un mago talentoso como yo o su madre, aún es muy joven para participar en este torneo. – Comentó James.

– Por eso mismo existe la regla que prohíbe que menores de dieciséis años participen en el torneo, Harry puede morir. – Le siguió Sirius.

– Entiendo su molestia. James, Sirius; sin embargo, hemos hablado con el ministerio de magia. – Empezó Dumbledore con un tono estoico, el cual era común en su hablar. – Por razones de fuerza mayor el joven Harry Potter debe participar en el torneo, ya que, todo aquel que haya colocado su nombre en el cáliz, se ve obligado a participar si es elegido.

Ninguno de los dos parecía estar contento con la explicación de Dumbledore, Harry por su parte solo estaba de pie en silencio esperando que la situación se solucione pronto.

– Entendemos su descontento, no obstante, las reglas son inquebrantables y una vez un campeón es elegido no puede negarse a participar en el torneo. – Barty Crouch si se veía más nervioso, sobretodo porque los dos aurores enfrente suyo no tenían una expresión amigable.

– Entenderán que como el ministerio de magia y el Departamento de Cooperación Mágica Internacional, no podemos permitir que los demás países mágicos vean a nuestro ministerio como uno que incumple las reglas. – Complementó Fudge.

– Mi hijo tiene catorce años, aún es muy joven para participar en el torneo de ellos tres magos, además, debe ser un error, ya que, ya existen otros tres campeones. – Dijo James algo enojado. – Simplemente deberían obviar el nombre de mi hijo y continuar con el torneo.

La tensión en la oficina de Dumbledore era palpable mientras James, Sirius, y Dumbledore debatían sobre la participación de Harry en el Torneo de los Tres Magos. La mirada de James reflejaba su preocupación paternal, Sirius estaba visiblemente molesto, y Dumbledore mantenía su habitual serenidad.

Dumbledore, buscando encontrar un terreno común, decidió apelar a la honra de Harry y destacar la oportunidad única que se le presentaba.

—James, Sirius, entiendo su preocupación por Harry. Pero este torneo es una oportunidad para que demuestre su valentía y habilidades mágicas excepcionales. — Empezó a explicar con un tono tranquilizador. — Participar no solo será un reconocimiento de sus talentos, sino que también contribuirá a la reputación de los Potter en la comunidad mágica. Además, el Ministerio respalda esta decisión por razones de fuerza mayor.

Ante las palabras de Dumbledore, James y Sirius intercambiaron miradas preocupadas. La tensión se disipaba, pero la resistencia persistía en sus expresiones.

—James, Sirius, sé que es difícil aceptar esto, pero Harry tiene la oportunidad de demostrar su valentía. —Dumbledore habló con tranquilidad.

James suspiró, liberando parte de la frustración acumulada. Sirius, aunque aún visiblemente inquieto, asintió lentamente.