“Thinking all love ever does
Is break, and burn, and end
But on a Wednesday, in a café
I watched it begin again...”Mina
Rutina; mi vida se basaba en la rutina desde que tenía memoria. Viví más de la mitad de mi vida en Japón sin que esto cambiara, hasta que un día me cansé y decidí hacer algo al respecto. Me cansé de las mismas calles monótonas y los mismos rostros sin expresión mirándome. Me cansé de los fines de semanas entre las cuatro paredes de mi habitación y los constantes reproches de mi familia con conocer a un hombre pronto para casarme.
Me cansé de que cada día fuera el mismo sin falta.
Un día, como cualquier otro, decidí irme de aquel país y probar algo distinto, por primera vez escapando de la tortuosa rutina que había definido mi vida desde que tenía memoria. Fue así como llegué a la hermosa ciudad de Nueva York, completamente sola, pero con ganas de ver qué deparaba aquel lugar para mí. Quería estudiar algo, y solo tal vez, empezar a forjar las bases de mi vida en un país que era desconocido, pero que podía ser mi hogar si yo así lo quería.
Conseguir trabajo en la cafetería de la avenida había sido lo mejor que me sucedió. Y quizás sea difícil de entender como un trabajo tan remoto y sencillo para mí era una maravilla, pero creo que es porque enlazaba perfectamente con mi personalidad. Me gustaba la tranquilidad y el silencio. Me gustaba ver el rostro de los clientes al probar el café o las malteadas. Me gustaba ver como muchas personas eran felices con las cosas pequeñas, así como yo lo era.
Para mí no había etiquetas en el amor, siempre estuve abierta a ver, conocer y explorar lo que la vida pusiera en mi camino. En Japón había salido con un par de personas, hombres y mujeres, conociendo la decepción en cada una de ellas. Mi última experiencia había sido con un hombre que, aunque al principio resultó una maravilla, tiempo después entendí que no era para mí ni yo para él. Éramos muy diferentes; yo amaba la sencillez, él amaba la extravagancia.
Y creo que está bien poner fin a una historia cuando ambas personas dejan de ser compatibles.
Agradecí haberme dado cuenta de eso a tiempo, ya que tal vez fue el detonante que me llevó a comprar aquel boleto de avión ignorando los miedos y las inseguridades en mi cabeza. Unos meses transcurrieron en aquella ciudad, los suficientes para comenzar a ahorrar y poder pagar mis estudios más adelante. Tal vez era agotador trabajar tanto, pero creo que nunca había sentido tanta tranquilidad y control en mi vida, así que el sacrificio valdría la pena.
Recuerdo un día particular donde mis ojos se sentían como imanes sobre la silueta de una mujer que con tranquilidad comenzaba a leer un libro dentro de la cafetería. Ella parecía ajena a todo a su alrededor, como si por un instante solo fuesen ella y su libro de romance juvenil. Sonreí, porque aunque no quisiera admitirlo, también amaba leer esos libros. Y me acerqué para tomar su orden, la cual se volvería sumamente constante, pues ella comenzó a ir a diario a la cafetería.
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Damn Butterflies |MISAMO|
Romance¿Qué sucede cuando estás con alguien, pero comienzas a sentir mariposas por otra persona? Sana descubriría la respuesta sin haberlo esperado. Mina sería solo una pieza más dentro de aquel triángulo. ¿Y Momo? Ésta comenzaría a mostrar su verdadero r...