04: say don't go

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Se acabó.

Mirando a los ojos de su amado, Laurens podía determinar que la efervescencia de su romance acabó, al Alexander ser vencido por la culpa.

Mas, ¿Podía culparlo?

John mismo solía sentirse fuertemente abrumado al pensar en su aventura.

Pero, Dios, le mataba el saber que Alexander también lo sentía.

Amor de guerra, amorío de verano.

Por más distintas que hayan sido las situaciones, el fervor y posterior melarchía eran lo mismo.

Su romance cambiaba como las flores de primavera, que pierden su belleza y se marchitan. Aún los dos sabiendo que eso pasaría, seguían disfrutando hasta el follaje otoñal.

Cuando Alexander le dijo — Jack, no podemos seguir así. — sus sospechas se confirmaron.

— ¿Así cómo? — Preguntó el mayor, haciéndose el desentendido.

— Así. Viéndonos a escondidas. A este paso, voy a terminar destruyendo mi matrimonio.

— Tu matrimonio ha estado destruido desde el inicio, Alexander. Desde que enviaste esa carta. Desde que posaste tus manos sobre mi en Yorktown. Desde que volviste a verme.

— Mi matrimonio dejó de ser una farsa hace mucho tiempo.

— No lo parece, teniendo en cuenta que estás desnudo en mi cama.

John, no me agrada que cuestiones el afecto que siento por mi mujer y familia. — Alexander agarró sus prendas y comenzó a vestirse — Me voy a casa.

— Mi padre aún no llega. — Dijo John, tratando de salvar la situación.

— No me importa.

— ¿Volverás?

— Adiós, Jack.

Habían sido 2 semanas desde su último encuentro

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Habían sido 2 semanas desde su último encuentro. John temía haber arruinado todo, lo cual causaría dejar de tener a Hamilton y desatar la ira de su padre.

Con papel y pluma en mano, decidido a no perder a su Alexander, comenzó a escribir.

Querido,

Una vez más tomo la pluma para solicitar el favor de volver a verte, Coronel Hamilton. ¿Qué he hecho para que me descuides así? Quizás quieres mantenerme infeliz; mas, no diré que lo has hecho porque tal vez has querido escribir y no has encontrado la oportunidad para venir. Al menos, espero que así haya sido. Ahora estoy solo y lo estaré por unos días. Creo que hasta el miércoles, aunque no estoy seguro y desearía verte esta noche. Si fuera posible, ven tan pronto como se te haga conveniente. Mi querido amigo,
¿cómo debo suplicar? ¿qué debo decir?

Déjame rogarte que vengas y, si nunca más me vuelves a ver, y es lo que crees mejor, me someteré a ello y me despediré por última vez.

John Laurens.

Por el amor de Dios, no me dejes en suspenso. Déjame saber que decidirás.

Ansioso y precavido, consiguió salir de su casa para entregar la carta.

"Han sido solo 2 semanas," se repetía a si mismo en su mente. "Estás siendo estúpido y precipitado otra vez."

Al ser una única cuadra, en tan solo 3 minutos el angustiado musuco logró dejar su escrito en la entrada del hogar tras subir las escaleras.

Ahora solo debía esperar.

Ahora solo debía esperar

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— Volviste. — Laurens dijo, tras abrir la puerta y ver a su amante.

— Tenemos que hablar. — Fue la fría respuesta de Alexander.

El preocupado y anhelante pecoso lo dejó pasar, invitándolo a tomar asiento.

Sentado en una silla, Hamilton lo mira serio. — Estoy harto. No nos veremos más. Soporté tres semanas sin ti, soporté siete años sin ti; puedo soportar una vida sin tu presencia.

El mundo del musuco se destrozó completamente.

Alexander se iba de su vida. Otra vez más, se iba para no volver.

— ¿Es por lo de la vez anterior? — Preguntó, desesperado — Disculpa. Alexander, de verdad, discúlpame. Discúlpeme. Crucé una línea que no debí cruzar, asumí cosas que no debí asumir.

— No se trata de eso, Laurens. — Respondió el más joven, con un agrio tono vocal — No puedo- No quiero verte. Preferiría morir sin ti, a que mi Betsey muera de tristeza a causa de esta aventura.

— Alexander, te amo.

No hubo respuesta. Solo un desapacible silencio.

— Te amé. John Laurens, en algún momento de mi vida, te amé. Pero ya no. No puedo amarte, no quiero amarte; mi familia y mi trabajo son prioridad.

— ¿Qué le digo a mi padre?

— Yo le escribiré. — Dijo Alexander, y abrió la puerta para irse.

— ¿Por qué me hiciste volver a amarte? — Fue la última pregunta de John.

Alexander suspiró — No fui yo el que inició todo esto.

Salió de la casa.

HOLA SOY EL AUTOR 👋👋

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HOLA SOY EL AUTOR 👋👋

No soy de poner estas cosas al final lol pero queria dar un poco de información!!!!

1, se que este fanfic es súper cringe pero en mi defensa tenía 13 años cuando lo ideé

2!!!! Me demoraré harto en subir el siguiente capítulo! Perdí la hoja en la que escribí la línea temporal que seguiría el fanfic xd porfavor sean pacientes :'v

Y eso!! Jajaaa espero les haya gustado el capítulo culminante lol adios 👋

the laurens pamphlet; lamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora