✨17✨

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 Foolish lo hablo esa misma noche con su esposo, estaban acurrucados en la cama, Vegetta jugando con su cabello, estaban viendo una telenovela que Vegetta amaba, pero que Foolish no tenía ni idea de lo que se trataba, normalmente estaba demasiado agotado para siquiera ver nada, se unida en el pecho, que era solo para él, de Vegetta y se intoxicaba con el olor a lavanda.

Pero hoy era la excepción, sus pensamientos no le dejaban hundirse en la gloria que era el pecho de su esposo.

"¿Cariño?" Vegetta lo miró con intriga, "¿Si mató a alguien? ¿Me irías a ver a prisión?"

"Por supuesto, tengo una pala en mi camioneta y podemos educar a Leo en casa," Vegetta no quitó la vista de su telenovela, "¿A quien estamos matando?" preguntó por curiosidad.

"Honey"

Vegetta gruñó con la sola mención del nombre de la idiota esa, y apretó el control remoto fuerte entre sus manos. 

La odiaba, simplemente no podía pensar como podía odiar a alguien tanto, quizás a su ex esposo, pero simplemente odiaba a todo que hiciera sufrir a su familia, así que esos dos estaban en la cima de su lista de odio.

"Por supuesto que podemos matarla, si le digo a Spreen él se puede encargar de todo"

Foolish soltó una risa, enterró su cara en el pecho de su esposo, considerando contarle a su esposo lo que le pasó a Missa, sabía que era territorio peligro conociendo lo sobreprotector que era su esposo, esto podría terminar muy mal.

Pero lo hizo.

Y Vegetta estaba furioso, y eso era una simplificación, Vegetta iba a cometer homicidio de veras esta vez.

"La vamos a demandar, voy a llamar a Willy en estos momentos, esto es indignante" Ahora si dejo de ver su telenovela y levantó su celular para llamar a su mejor amigo, esto no se iba a quedar así, nadie se metía con su familia, no mientras él estuviera vivo.

(...)

Spreen se encontraba otra vez en la cama de Fit y Pac, parecía que lo que pensó iba a ser algo de una sola vez, volvió a pasar y otra vez y otra vez, se sentía como si se hubiera convertido en una adicción.

Su cuerpo anhelaba estar con ellos, su alma se sentía completa siempre que estaban juntos, las veces que Pac lo llamaba "ursinho" o cuando Fit lo sentaba en sus piernas cuando veían películas, o las palabras dulces que Pac murmuraba cuando se acurrucaban en la cama esperando a Fit o los besos de Fit que hacían que sus piernas temblaran, todo eso lo hacía sentir indefenso en una forma que ninguna relación normal lo hizo sentir.

Parecía que no podía decirles que no, Fit le daba una orden y Spreen no podía desobedecer, era débil ante cualquier petición que el Omega hiciera, le dijo que estudiara, así lo hizo, le dijo que hiciera su vida, eso hizo, le dijo que se arrodillara y esperará, y eso hizo.

Pac tenía ese mismo efecto, el Beta tenía una sonrisa tan hermosa y Spreen no podía evitar las ganas de besar cada parte de su cuerpo, de hacerle caso al Omega y adorar al Beta hasta que no fuera más que una masa dócil sobre la cama.

Eso estaba pensando hasta que su celular empezó a sonar, y el contacto de su padre se mostró en su pantalla.

Era el momento de ser un Alpha duro, de volver a ponerse su capa de protección. 

(...)

El aroma de la comida flotaba por toda la casa, Missa estaba preparando la cena, algo que habían hecho una tradición, martes de tacos, estaba casi listo, excepto la mesa puesta.

Así que usó la táctica secreta.

"¡A comer!"

La primera víctima de su estrategia, Tommy, bajó corriendo las escaleras.

Al mirar la mesa, Tommy quedó perplejo, y luego se molesto.

"Ma," Tommy se calló en el momento que se dió cuenta de su error, "Missa, quise decir Missa," La cara del niño se puso roja y puso la mesa en silenció. "¿llamó a los demás?" pregunto aun con las orejas rojas de vergüenza.

"Si mijo, gracias" Missa se rió, ya había ocurrido un par de veces, que Tommy lo llamara mamá, Tubbo lo empezó a llamar así luego de su pequeño accidente, con el permiso de Kristin claro. Missa pensaba que era adorable.

Wilbur se sentó a la mesa, pero nada se le hacía apetitoso, el olor a carne asada le hacía querer vomitar.

"¿No tienes hambre?" preguntó Missa poniendo el maíz cocido en la mesa.

"Luzu dijo que era normal, pero se supone que se acabarían el primer trimestre" se quejó el jóven.

"Mis náuseas duraron los dos primeros trimestre," dijo Missa empatizando con el menor y palmeando su espalda, "¿Quieres yogurt con fruta o algo?" 

"No, ¿crees que pueda ir con Luzu esta tarde?" Otra cosa que los hijos de Phil habían comenzado a hacer, era pedirle permiso a él, como si él fuera una figura de autoridad en esta casa, como si de verdad fuera el Omega de Phil y tuviera poder sobre su familia.

"Es tu vida, haz lo que quieras" dijo Missa sirviendo un poco de yogurt con fruta, "No es como si yo pudiera hacer algo, ¿he?" 

 "Missa, no digas estupideces" dijo Techno entrando con sus dos hijos tras él, cubiertos en una mezcla de barro y nieve, "como si no fueras el Omega de papá en este punto, por cierto necesito un par de toallas"

(...) 

Missa pensó eso toda la noche, él era el Omega de Philza, era algo surreal, el simple pensamiento le revolvía el estómago, era lo que siempre había querido, Phil era el Alpha perfecto, dulce y amable, atento, generoso e increíble.

Y él simplemente era él simplón Missa De Luque.

Honey siempre se lo había dicho, y Missa lo había creído. 

Lo siento

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Lo siento. 

Su amigo, Speaker

White picket fence [Death Duo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora