STAY - Hyunlix

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Hyunjin.

Hace días comence a sentirme un poco mejor, aún seguía con ese vacío raro dentro de mi, pero trataba de ignorarlo, debería contárselo a mi psicólogo, pero la verdad no le veía sentido, no tenía explicación para ese sentir y me había aburrido de escuchar siempre las mismas palabras.

Jeongin y Seungmin casi todos los días se veian, me siento mal porque siempre están sentados sobre la acera, no los estoy espiando, pero puedo ver como la mano de Seungmin se acerca torpemente a la de Jeongin sin que el se dé cuenta, y cuando finalmente lo hace Innie hace aún más fuerte su agarre, ambos están rojos de la vergüenza, pero es tierno de cierto modo.

Por la noche cuando Seungmin se va ya puedo hablar con Jeongin.

- Pueden estar aquí adentro, no me molesta, después de todo es tu casa.

- Él no quiere molestarte.

- Pero Seungmin es quien debería de estar molesto conmigo.

- ¿Por qué lo dices? - inmediatamente pude notar la preocupación en los ojos de Jeongin.

- Porque creo que tu también has dejado muchas cosas, y no te dejo avanzar y no quiero que te estanques como yo.

- ¿Qué pasa Hyunjin?, ¿Por qué estas pensando todo eso?

Jeongin me sujeto de los brazos y me llevo hasta el sofá.

- Seungmin quiere verte y por mi culpa no puede hacerlo, quizás el quiere que sean como una pareja normal y no puedes irte porque yo estoy aquí.

- Pero eso no le importa.

- Porfavor perdoname, Innie.

- ¿Qué?

- Perdoname porfavor.

Cuando menos me di cuenta ya estaba llorando otra vez, Jeongin estaba confundido y yo también, quizás esta era la sensación que me molesta ya desde hace unos días, pero realmente me sentía arrepentido, y quizás sea egoísta al pedirle a Jeongin que me perdone cuando yo estoy al borde del colapso, pero solo necesito escuchar eso, necesito escuchar que alguien me perdona. Porque se que Jeongin esta molesto, solo que no me lo dice porque no quiere lastimarme.

Otra vez comencé a sentir que yo era el problema, y cada que lo pienso es como abrir paso a recordar todo lo malo que me ha pasado.

Pero en este momento solo me importa el perdón de Jeongin, porque el es tan puro, es mi mejor amigo, el me entiende y no le importa que justo ahora esté llorando como desquiciado, nunca entenderé porque Jeongin me eligió a mi como su mejor amigo.

- Esta bien Hyunjin, te perdono.

Dijo abrazándome aun más fuerte, con su dulce voz angelical.

Una hora más tarde logré tranquilizarme, Innie estaba cepillando mi cabello para tranquilizarme aun más.

- Tu cabello es demasiado largo, ya casi llega a tus hombros.

- Creo que me gusta más así.

- Pronto será el cumpleaños de Seungmin.

- ¿Si?

- Me gustaría hacerle una fiesta sorpresa, solo sus amigos y nosotros.

Realmente no estaba de humor para una fiesta, pero ya no quería decir que no.

- Suena bien - Le dije casi sin ánimos.

- ¿Seguro?

- Claro, no serán muchas personas, ¿Cierto?

- No, solo 3 o 4 amigos, y seguro son amables como el.

- Seguro que si.

- Además creo que podrias ser amigo de ellos también, quiero decir, ambos podemos ser amigos de ellos, nos hace falta conocer personas nuevas.

A decir verdad no suena tan mal, creo que tanto Jeongin como yo necesitamos conocer a más personas, nuestra vida social solo se basa en el otro, y me gustaría que ambos tuviéramos tantos amigos como sea posible para conocer nuevas experiencias.

Aunque también me asusta. No se que es lo que piensa la gente, ahora mismo mi aspecto no es el mejor, no quiero que se basen en eso al conocerme, no quiero que me juzguen por lo que hice, ¿Y si quizás realmente no les agrado? Quizás puede que solo acepten ser mis amigos porque soy amigo de Jeongin.

- ¿En qué piensas? - Pregunto Innie al ver que me quede en silencio.

- Nada, pienso en que usaré para la fiesta.

- Oh, nada formal, será algo casual, el próximo fin de semana ¿Si?

- Bien, será una fiesta sorpresa, comenzaré a planear todo, debemos comprar cosas, y ver que daremos de comer y... -

Jeongin siguió hablando sobre la fiesta, muy por lo lejos yo lo escuchaba, pensaba en que podría hacer para agradarle a esos nuevos amigos, pensaba en muchas cosas, el ambiente que hay en las fiestas hace que recuerde a Minho, recuerdo como era ir con el, o como era no ir con el, y esperarlo todo el tiempo.

De nuevo estoy pensando demasiado en él, pero no puedo evitarlo, mi mente es como un laberinto, lo peor de todo es que conozco la salida, pero me da miedo salir, porque no se que me espera afuera, sigo recorriendo los mismos pasillos, recordando siempre lo mismo, porque no conozco más allá de eso.