—Dame tu mano
Tsuna obedeció sin replicar y aquel azabache deslizó un anillo brillante en su dedo
—Esto solo es un regalo antes de la boda.
—GraciasReborn acarició la mejilla del castaño y sonrió de lado.
—Pero empieza a pensar qué más quieres. Lo que sea, te lo daré
—Por qué?
—Mi esposo tendrá solo lo mejor. Dinero. Joyas. Sirvientes. Vidas
—Vidas?
—Las vidas que quieras. Solo dilo y asesinaré a quien tú consideres un desecho en la tierraLe acarició los labios con tal delicadeza que Tsuna tembló. Pocas veces lo habían tratado de esa forma tan amable desde que su primera rutina y confirmación como Omega apareció
—A quién odies, yo odiaré también
Tsuna procesó esas palabras un momento hasta que una imagen apareció en su cabeza.
—Hay alguien
Reborn rio bajito
—Dime quién
—Mochida.
—Lo traeré ante ti para que veas el miedo en sus ojos antes de su juicio final