TWTS (Overlord x Gate): Así la Bruja trajo la Perdición allí

Capítulo 2: Guerra de los Carmesí, los Dorados y los Negros

Notas:

"Habla normal"

'Pensamiento'

(Magia silenciosa)

[Magia normal]

{Cambio de ubicación, hora o punto de vista}

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Capítulo 2: Guerra de los Carmesí, los Dorados y los Negros

La princesa pelirroja se llevó su taza a los labios solemnemente. Ella no era de las que solían darse el gusto de beber, y las pocas veces que lo hacía era en fiestas sin ni siquiera media copa de vino. Y ahora, aquí estaba ella, bebiendo su segunda jarra de cerveza en una posada con sus caballeros. Cómo habían caído los poderosos, pero ella no podía evitarlo, necesitaría mucho más para seguir adelante con lo que tenía que hacer.

Si hace un mes alguien hubiera siquiera insinuado que tendría que prostituirse junto a sus caballeros con un bárbaro extranjero para traerlo a su lado, habría ordenado que le quitaran la lengua, por mucho que despreciara la crueldad, esto no era un insulto que ella toleraría.

Pero ahora esa imposibilidad se hizo realidad y tendrá que lidiar con ello.

"Su Alteza."

La voz de Hamilton la sacó de su línea de pensamiento sombría y deprimente.

"¿Qué?"

Preguntó con voz arrastrada, tan a diferencia de su habitual y refinada personalidad, dioses... ¡el vino se estaba apoderando de ella! Al darse cuenta de eso, apartó la taza medio vacía.

"Están hablando de él, princesa".

Hamilton respondió en un susurro. Había pocas dudas en la mente ebria de la princesa sobre a quién se refería.

"¡No! ¡Estás bromeando conmigo! ¡No hay manera de que alguien pueda luchar contra un Dragón de Llamas!"

Uno de los clientes en el mostrador gritó, estaba claramente borracho pero sus palabras lograron llamar la atención de los invitados cercanos.

"¡Cree lo que quieras, señor! ¡Lo vi con mis propios ojos! ¡Te digo que no hay nada que Doom no pueda hacer!"

La sirvienta, una joven de veintitantos años, desafiaba con certeza cada una de sus palabras.

Eso era nuevo, ¿acaban de decir Dragón de Llamas? Eran criaturas casi legendarias que pocos podrían afirmar haber visto y menos aún vivir para contarlo.

Antes de que pudiera hacer algo, Hamilton ya había tomado medidas y le hizo un gesto a la sirvienta para que se acercara.

"¿Algo más para beber o comer?"

Preguntó con una sonrisa de complicidad.

"No, pero podría decir que estaba bastante interesado en escuchar tu historia, si hay algo de verdad en ella".

Hamilton, bendita sea su alma, continuó con su investigación, para gran interés del resto de sus caballeros.

"¡Ah! ¡Te lo aseguro, mis ojos no me engañaron! ¡No cuando Doom llegó a mi aldea, Coda, o cuando derribó al Dragón de Llamas con uno solo de sus hechizos!"

La sirvienta continuó. Esa era información nueva, ella no tenía idea de que Doom se había movido de Alnus, aparentemente no estaba sentado inactivo. ¡Maldita sea! ¡Eso les haría mucho más difícil encontrarlo antes de que fuera demasiado tarde!

Pero tal vez podrían recopilar información sobre hacia dónde lo dirigió esta mujer. Incluso si su historia resultara ser falsa, al menos podría decirles hacia dónde lo dirigieron cuando se separaron.