Alguien me dijo "Aléjate de las cosas que no son tuyas"
Pero ¿Era tuyo si me deseaba tanto?Debajo de ese seño fruncido y mirada helada, Suzuya era el único que sabía lo que había. Fushiguro podría ser un témpano de hielo para todos, pero no para su amado, jamás lo miraría como si fuese cualquier otro. Él sólo tenía ojos para su amado albino, era su motivo para levantarse cada día a ir a la escuela, debía prepararse y conseguir un buen empleo para que Suzuya pueda vivir a su lado como esta acostumbrado.
Tenía planes en mente para ambos y lucharía contra todos para cumplirlos, aún si eso significaba rechazar a su familia, lo haría una y mil veces.
Las manos del pelinegro viajaron por toda la piel descubierta de Suzuya, adorandolo en silencio como todo un amante mientras se tomaba el tiempo para repartirle uno que otro beso por el cuello, ambos apenas eran cubiertos por la suave sabana de seda -regalo de Suzuya-, ¿su intención? despertarlo de su profundo sueño.
Ya era las 10 de la mañana y ambos debían alimentarse correctamente, a demás, tenía planeando salir con Suzuya a un lugar que descubrió vagando por las afueras de la ciudad.
El cuerpo de Suzuya se movió, aun así Fushiguro siguió sus caricias ─Buenos días...─ su voz salió adormilada, sus labios dibujaron una hermosa sonrisa que contagió al pelinegro.
─Buenos días, ¿Dormiste bien?─ ahora Megumi se dedico a mimar el cabello albino de su amado. Suzuya asintió y se giró para verlo, ambos seguían reposados en la cama después de una larga noche de extremas caricias, pasó sus manos por el torso del alfa, frotando su rostro en él. Fushiguro se sintió extrañado, la noche anterior había notado a Suzuya inquieto y necesitado de sus caricias, el Omega no acostumbraba a ser muy empalagoso ─¿Sucede algo?
─No es nada... simplemente quiero estar contigo─ a pesar de estar más despierto, su voz salió baja y Fushiguro no lo pasó por alto ─Te amo Fushiguro Megumi... nunca lo olvides.
Estaba feliz, pero al mismo tiempo preocupado, ¿Debería decir algo? Suzuya casi nunca le llama por su nombre completo, solía decirle Meg, o Megumi de cariño, solo a él se lo había permitido ─... Yo también te amo Suzuya─ decidió callar sus dudas, todo iba bastante bien, no iba a arruinar el momento, no ahora que ambos estaban tan bien.
───
─¿Qué hiciste de desayunar?─ Suzuya apareció por el arco de la cocina vistiendo simplemente una camisa después de haberse duchado, acercándose a Fushiguro por la espalda, este se giro para verlo mientras apagaba la estufa.
El pelinegro maldijo su suerte al ver lo lindo que se veía su Omega, y reprimió sus ganas de volver a hacerlo suyo sobre la barra ─Solo recalenté lo que cociné anoche─ intento que su voz saliera normal, aunque se le dificultaba respirar correctamente.
─Vamos a desayunar entonces, amo todo lo que preparas─ Suzuya se alejó y fue hacia el pequeño comedor del departamento a esperar el dsayuno.
Megumi suspiro alejándo los pensamientos de su lobo, sirvió dos platos con el desayuno y los llevó al comedor, Suzuya ya estba esperándolo mientras veía su teléfono y en cuanto vio al pelinegrolo lo dejo de lado para prestarle toda su atención.
Pasaron el desayuno tanquilamente, con uno que otro chiste y coqueteo por parte de ambos, siendo Suzuya el que más hablaba halagando lo delicioso que estaba la comida.
Ahora ambos se encontraban en el sofá del departamento ya bien vestidos mirando una película mientras comían palomitas y frituras, amaban esos momentos donde no necesitaban palabras para sentirse bien.
Todo iba bastante bien, ¿Verdad? Ambos eran felices con la vida que llevaban, ¿Verdad?
Escondidos de todos, viviendo el pecado a flor de piel, era lo que Fushiguro quería, ¿Verdad?
N/A
Esta historia será más corta que las que estoy acostumbrado a hacer, tal vez unos capítulos más y acaba.
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𝐏𝐚𝐜𝐢𝐟𝐲 𝐇𝐞𝐫 || ʲʲᵏ
Fanfic𝑨𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒎𝒆 𝒅𝒊𝒋𝒐 "𝑨𝒍𝒆𝒋𝒂𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒐𝒏 𝒕𝒖𝒚𝒂𝒔" 𝑷𝒆𝒓𝒐... ¿𝑬𝒓𝒂 𝒕𝒖𝒚𝒐 𝒔𝒊 𝒎𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒂𝒃𝒂 𝒕𝒂𝒏𝒕𝒐?