CAPITULO 1

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Al final las almas gemelas
se encuentran porque tienen el
mismo escondite.

- Robert Brault

¿Como describirias a tu chico ideal? fisicamente seria alto, de piel clara, con el cabello rubio, con los ojos verdes, una sonrisa linda, y popular. A si es como mis amigas describen a sus chicos ideales. Pero yo tengo mis propios estereotipos.

Mi chico ideal seria caballeroso, atento, divertido, también amoroso, el tendría el cabello largo, de un color castaño, su cabello cubriria parte de sus bellos ojos rasgados color avellana, tendría la piel bronceada, un lunar reluciría entre su mandibula y el cuello, el seria alto pero tampoco tanto y tendria una sonrisa que te derritiria apenas la vieras.

Adortunada o desafortunadamente, ese chico que describo existe y su nombre es Eross Kass, es capitan del equipo de baloncesto de la preparatoria y un integrante de mi reducido grupo de amigos, el acaparo mi atencion desde el primer instante en que lo vi, se miraba tan perfecto que era casi imposible apartar la mirada de el.

Como le explicas al corazón que es algo imposible lo que tu deseas con esa persona, como le dices a tu corazón que desde un inicio el te dejo en claro que no quería nada con nadie.

3 años atrás

Camino en la orilla del mar, ese finde semana con mi grupo de amigos hicimos un viaje a Venice beach, volteo al notar una sombra al lado mio

- Hola -sonrió levemente al notar la presencia de Eros.

- Hola -responde el con un tino de voz bajo, como si susurra.- ¿Te importa si te acompaño?

- adelante -le dije sin dejar de caminar.

El cielo se encontraba teñido de tonos naranjas, el viento revoloteaba mi cabello, el sonido de las olas acompañan nuestro andar, de vez en cuando volteaba a mirarlo, muy pocas veces estaba solas con Eros.

- ¿Que? -digo extrañada al sentir la mirada de él castaño sobre mi.

- No te enamores de mi -me dice mientras me mira, su rostro no transmite ninguna expresión lo cual no me extraña.

- ¿Como? -decir que me tomo por sorpresa lo que el me dijo sería mentir, ¿de donde salió eso? No lo sabía.

- Que no te enamores de mi -repite nuevamente esa frase, mientras mi cerebro trata de procesar lo que el dijo.- Odio que mis amigas se enamoren de mi.

- No te preocupes, no tenía pensado hacerlo -le doy una pequeña sonrisa.

El silencio se hizo presente por un momento, me quedo mirando la puesta del sol, me siento en la arena y abrazo mis piernas, siento a Eros sentarse a mi lado.

- ¿Por qué me pediste eso? -la curiosidad es más grande que yo, y apenas termino de formula pregunta me arrepiento.

No recibí una respuesta, en lugar de ello, Eros solamente se alzó de hombros restándole importancia

••••••

Las personas caminan por los pasillos, muchas pasan hablando y otras simplemente pasan desapercibido, termino de guardar mis libros en mi locker, y al cerrar la puerta de este doy un brinco al ver a una pelinegra con una gran sonrisa.

- Ali, estaba hablando con Tayler y Xime sobre ir el fin de semana a la Venice beach, tiene 3 años que no vamos todos en grupo, siempre faltas tu. -La pelinegra me sonrió.

- No lo sé Van, sabes que si quiero olvidar que me gusta, lo que menos ocupo en este momento es verlo.

Si, he estado evitando ir a los mismos lugares a los que ira Eros, pues pienso que si lo evitó mi gusto por el se irá. Vannesa era la única persona que sabía que me gustaba Eros, y eso era un arma de doble filo, o me ayudaba o me destruía.

Vannesa es mi mejor amiga, la conozco desde que iniciamos la escuela secundaria al igual que a Tayler y a Xime, 2 años después conocimos a Eros, en el segundo grado de secundaria.

- Vamos Aline, te divertirás y además Eros no irá. -ella me mira casi suplicando qué yo acepte, cosa que no pasará.

- Lo pensaré, además no es como si yo pudiera decir que si, e  irme, debo pedir permiso antes -comienzo a caminar rumbo a la cafetería.

- Esta bien, pide permiso y si te dicen que no, yo hablare con tu mamá -dice convencida de lograr que yo valla a ese viaje.

El transcurso a la cafetería es tranquilo, Vannesa se la pasa hablando de maquillaje y sus planes para un fin de semana divertido, mientras yo solo me dedico a escuchar, al entrar a la cafetería camino a una de las mesas para poder sentarme y comer.

Estaba tan metida en mis pensamientos, que no me di cuenta en que momento Tayler y Xime llegaron a la mesa.

- Eros, acá estamos -la voz de Tayler me saca de mis pensamientos regresandome a la realidad.

A una canasta del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora