¿Que es el infierno?
Arder de amor por alguien
que pertenece a otro cielo- Danns Vega
Aveces no entiendo cual fue el mal que yo hice, no se si en mi otra vida pase bajo las escaleras, si mate un gato negro o si puse a bailar al niño Jesús "la chona", lo que si se es que el universo me odia.El castaño nos vio y se acercó a nosotros, su cabello se movía con la brisa qué producía su andar, su rostro estaba serio lo cual hacía que su mandíbula se marcará, llevaba puesto un pantalón de mezclilla azul, con una playera gris que se le pegaba a los brazos,
El saludo a todos con un choque de puños como era costumbre, pero a mi me saludo con un beso en la mejilla, mientras sentía que él corazón se me saldria por los oídos, el estaba lo más tranquilo posible. Eros dejo su mochila y se sentó frente a mi.
Sin embargo el no hablo, se quedo en silencio y solo escondío su rostro entre sus brazos que estaban posadas en la mesa.¿Fue raro? Si.
¿Me molesto que lo hiciera? Claro que no.
¿Los orangutanes que tengo de amigos me miraron raro por el como el me saludo? Obviamente
¿Parezco tomate en este momento? Probablemente
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Los días transcurrieron con normalidad, Vanessa se empeño en recordarme el porque debería de ir al viaje, Xime y Tayler también apoyaban a Vanesa pero tirando una que otra indirecta sobre el último verano que pasamos juntos.
Mientras tanto el día que deseaba e importaba que no llegara por fin hizo acto de presencia. Mi cama estaba un relajo con ropa y zapatos por doquier y una maleta abierta, metía las cosas a esta mientras tarareaba alguna canción que se me venia a la mente. Tocaron la puerta de mi habitación para luego abrirla y una cabellera ondulada de color cobrizo se dejó ver, mi madre pasó y me sonrió mientras se acercaba a mi.
- Aline, Tayler y Ximena están abajo. -dijo mi madre, aun no podía creer como es que había aceptado ir al viaje, ha ya recordé, me dijeron que Eros no iría, además de que Vanesa le rogó a mi madre para que me dejaran ir y prometio hacer mi tarea de quimica durante un mes.
- Ya voy. -dije mientras terminaba de cerrar la maleta.
Sali de mi cuarto cerrando la puerta y camine escaleras abajo, me despedí de mi mama y tras cruzar la puerta de entrada de la casa mire el auto rojo de Tayler, el rubio se encontraba recargado en su auto y Ximena estaba en el asiento del copiloto mirando el celular, Tayler al verme se acercó y me ayudo con las maletas, apenas subimos al auto este comenzó a avanzar.
MAMMAMIA de Måneskin era la canción que sonaba por la radio, después de un rato me percate que no habíamos pasado por Vannesa.
- ¿Van no vendrá? -pregunte volteando a ver a Tayler, y este solo miro a Xime.
- Ella nos vera allá -fue lo único que Xime me dijo.
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El viaje fue corto, la casa era tipo cabaña de dos pisos, era una casa relativamente grande. Apenas entramos lo que nos recibió fue una sala de estar acogedora, las paredes eran de madera y los sofás eran blancos, había una chimenea, la televisión pegada a la pared y una ventana de puertas corredizas que daba con la playa.
Cuando nos dieron las habitaciones asignadas fui hacia la mía, era una habitación bonita, tenia una cama grande en el centro, un pequeño escritorio, un closet y una puerta al lado de este, el cual intuí que era el baño, la ventana que estaba en la habitación tenía un balcón y vista al mar.
Después de dejar mis cosas y cambiar mi pantalón y sudadera por un short corto y una playera olgada salí a caminar por la playa, el viento movía mi cabello hacia atrás, me había quitado las sandalias de los pies para así poder sentir la arena entre mis dedos, después de un tiempo caminando me senté para poder ver cómo los colores naranjas del atardecer hacerse presentes.
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Después de ver el atardecer regrese a la casa, tenía la ropa mojada por ponerme a jugar con las olas, tenía arena hasta las pantorrillas y mi cabello parecía un nido de pájaros. Camine hasta la cocina, me acerque a la nevera y saque una botella de agua, un sentimiento de ser observada se apodero de mi y al darme vuelta lo vi a el viéndome fijamente, sentí como se me helo la sangre y se me seco la boca.
¿PERO QUE CHINGADOS HACE EROS AQUI? Oh no, Vanessa. Juro que la voy a matar en cuanto la vea.
Su cabello castaño fue lo primero que note, tenía una playera blanca, un pantalón negro y unos tenis, el estaba sentado en el comedor, su vista estaba centrada en el desastre qué estaba hecha, tenía el celular en la mano y por primera ves en mucho tiempo lo vi sonreír.
- Hey! -saludo, el se paro a saludarme y yo correspondí a su saludo tratando de parecer estar normal y que no se notara que en cualquier momento me daría un paro cardíaco.
- Hola, ¿no se suponía que estarías ocupado? -mis manos sudaban, su cercanía me ponía nerviosa, su perfume entraba por mis fosas nasales, su olor me encantaba, tenía un olor a madera.
- Decidí venir y creo que fue lo mejor, ya tenía que no hablábamos sin la presencia de los demás. -el sonrió y yo sentí un calor en mi estómago. - solo nosotros dos.
¿Saben que? Me rindo, olvidarme de Eros será imposible y más si lo tengo que ver por mis amigos... Bueno a quien engaño, yo no quiero olvidarlo, me gusta que me guste, soy masoquista lo sé pero así me hizo Dios.
- Si, pero que cool que hayas venido. - un silencio se instalo entre nosotros, yo mire a mis pies mientras el simplemente miro su celular. - bueno iré arriba.
No espere a que el respondiera, solamente salí de la cocina encerrandome en la habitación.
Si no salgo el fin de semana de aquí no tendré que verlo, si, eso haré.- Ali, ¿tienes desmaquillante? -Vanessa entro a la habitación, la fulmine con la mirada y tome una almohada para tirarsela dándole justamente en la cabeza.
- ¡Me prometiste que el no vendría! -dije tomando otra almohada lista para tirarsela a la pelinegra quien buscaba defenderse con sus manos.
- Si te decía la verdad no vendrías, además ambas sabemos que no te molesto verlo. -y ahí me enoje más, porque ella tenía razón.
Me empecé a acercar a ella, Vanessa salió corriendo y detrás de ella hiba yo, pasamos por el pasillo llamando la atención de Tayler quien salió de su cuarto y se acercó a cubrir a Vanessa.
Vanessa se puso detrás del moreno mientras yo agarraba una de mis pantuflas, Xime salió de la cocina y se acercó a mi tratando de Calmarme. La morena me quito el "arma letal" y vanessa salió detrás de Tayler.
Eros estaba parado en el umbral de la sala, con los brazos cruzados disfrutando de el show que habíamos montado con Vanessa.
Mire a Vanesa y me di vuelta para ir a mi habitación y tomar una ducha, la necesitaba urgentemente, en cuanto estuve un poco mas presentable baje nuevamente y me fui directamente a la cocina para ayudar con la cena.
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A una canasta del amor
Genç KurguHay historias que surgido en una cancha y crecido acompañada de un balón de baloncesto. Eros, es el capitan de el equipo de baloncesto y tambien para muchos el mejor jugador de la preparatoria Tucson. Aline, por otro lado, es una escritora de nove...