Eternamente mia...

Capitulo 2. Mil y un pensamientos

Daleandria.

Llego a casa, mis padres no se encuentran. Así que me voy directo a mi habitación.

Me lanzo sobre las sábanas blancas que visten mi cama, abrazo fuertemente la almohada y dejo escapar un gran suspiro.

No puedo dejar de pensar en él; Maximiliano! Que chico tan hermoso. Sus ojos color chocolate me tenian hechizada; cuando estrechamos nuestras manos, sentí una extraña sensación recorrer todo mi cuerpo.

El contraste que hacia su piel morena con la mia era simplemente perfecto. No entiendo que me está pasando, porqué no puedo dejar se pensar en él.

Hasta su nombre es perfecto! Ya quiero que amanezca. Necesito verlo de nuevo, sentarme a su lado una vez más y asì de esa manera, respirar su mismo aire; observarlo mientras copia la clase y sonreir como tonta en cada uno de sus nuevos gestos.

Como no hacerlo? Si los hoyuelos que se forman en la comisura de sus labios, lo hacen lucir tan tierno, tan sexi y hermoso. Mil y un pensamientos, eso es lo él me produce.

Maximiliano

Mil y un pensamientos, son los que ella me produce. No puedo dejar de pensar en ella, no puedo sacarla de mi mente. Borrar su sonrisa de mi memoria.

En el momento que estrechamos nuestras manos, lo supe!

Supe que mi destino era estar con ella, fue tan hermoso lo que vi;

Ella llevaba un lindo y suelto vestido color fucsia, el cuál hacia resaltar más aún su pálida, pero hermosa piel. Su largo cabello negro se movia de un lado a otro por causa de la fuerte brisa que se originó en ese momento.

Ella sonreía y luego por un momento dejó de hacerlo y comió otro poco de helado, chocolate y menta! Sus sabores favoritos.

Se que pasará, se cada cosa que va a suceder y no puedo hacer nada para cambiarlo. Esto nunca me habia pasado y aunque se que nuestro destino es estar uno al lado del otro, no la puedo condenar.

No puedo dejar que su vida se arruine, no debo atarla a mi! Pero algo me dice que no podré  evitarlo, porque simplemente ya sucedió.

Ya estamos unidos y separarnos será una tarea difícil, solo siento que le pertenezco y que este sentimiento no morirá jamás! Por el contrario, él se hará cada vez más grande y mucho más fuerte...