A este encantador chico // Lucksy

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Querido diario,

recuerdas al chico del que tanto te cuento? Ese mismo que me tiene moviendo las piernas como estudiante enamorada al teléfono y que me hace revolotear mi cabello cada que lo veo.

Si, Good Luck, ya sabes.

Hoy lo vi como siempre saliendo con Love-A-Lot de la biblioteca; sé que ambos trabajan ahí, sé que son amigos, aunque no puedo evitar sentirme celoso de ella.

Quiero decir, es tan bonita y dulce, siempre tan detallista y amorosa, no me sorprendería que ambos salieran juntos; pero prefiero no pensar en ello.

La cosa es que, comenzó a lloverles encima. Al principio no me preocupó, pero después recordé que Lucky vive cerca de las afueras de Care-A-Lot y es casi una hora del centro hasta allá.

Me apuré para poder ayudarlos a llegar a sus casas, pero cuando llegué al lugar solo estaba Lucky, mojado de pies a cabeza. Verlo así me hizo sentir, ¿triste?

Le ofrecí llevarlo hasta su casita, se negó un par de veces, si, pero nunca cuentan con que soy muy insistente, y no me quedaría para ver como se seguía mojando ahí a media calle. Finalmente logré que se subiera en la parte de atrás.

No tiene nada que ver pero sus manos son muy, muy grandes, no lo había notado hasta que envolvió mi torso con sus brazos. Se sentía cálido de cierto modo.

Lo importante acá es que logré llevarlo a su casa. Cuando se bajó, apoyó una de sus manos en mi pierna, y yo no sé si es porque estoy flaco, o nuevamente sus manos son lo suficientemente grandes como para tener cuatro manzanas en cada mano sin tener que batallar,  pero viejo, perfectamente podría tomar mis piernas como si fueran palos de escoba...

Eh?

Bueno, la lluvia empeoraba, me fui antes de que pudiera despedirse, ya me disculparía con él por dejarlo plantado. Ahora yo también debía llegar a casa para cambiarme ropa.

Tal vez debí llevar un impermeable o algo así.

— ☆.