Peso Frágil: Error Favorito 5

Parte Doce

Emily parpadeó con los ojos hacia la luz de la mañana y se dio la vuelta para descubrir que su compañía se había ido. A continuación, sus ojos buscaron un reloj y entrecerró los ojos con incredulidad cuando vio que eran solo las siete. ¿Qué estaba haciendo despierto tan temprano? Echó un vistazo al lavabo y se sorprendió de nuevo al encontrar que Addy no estaba allí. Y, si ya estaba despierta, tendría hambre. Emily buscó en la bolsa de pañales un biberón limpio y buscó el extractor de leche.

Bostezó mientras bajaba las escaleras, con la botella llena en la mano, y se volvió hacia la cocina cuando escuchó voces. Emily se detuvo en la puerta y solo observó por unos momentos. Fran estaba de pie en la mesa de la cocina, en el lado más cercano a la estufa, mezclando un tazón de algo. Estaba mirando a través de la mesa a Derek y Addy, y sonriendo mientras su hijo jugaba con su nieta. Derek estaba sentado, Addy en su regazo, y ella se reía mientras jugaba con ella. Emily de repente estaba muy agradecida de que el condón se ha roto; Este momento valió la pena todo.

"Hola, buenos días princesa", la saludó con una sonrisa. Ella se acercó a él y le pasó la botella, sorprendida de encontrarlo de repente besándola. Fue un casto beso, pero aún un poco incómodo frente a su madre, aunque ella no parecía molesta.

"Buenos días, Emily", saludó.

"Buenos días ... ¿sois madrugadores?"

Ella sonrió. "Derek solo quiere ser el primero en obtener panqueques".

"Son suero de mantequilla con chispas de chocolate, solo los mejores panqueques del mundo", insistió. Cambió a Addy a una posición de descanso parcial y le ofreció la botella. Ella comenzó a sorberlo con avidez, feliz de finalmente tomar su desayuno.

Fran pareció reírse. "Ella come igual que Derek cuando era un bebé, como si no hubiera visto una comida en un mes".

"Oye, oye, ella solo sabe que tiene que ponerse al día, ¿verdad, pequeña princesa?" Él arrulló al bebé.

Emily resopló. "Juro que le gusta más, solo soy un dispensario de alimentos".

Fran le sonrió. "Eso es maternidad. Derek llega a casa y todavía come como si no hubiera visto una comida en un mes".

"Eso se debe a que tienes la mejor cocina, y necesito llenarme antes de irme". Él sonrió, su encanto característico rezumaba de él.

"No, eso es porque tienes una pierna hueca desde que eras un bebé". Se giraron para ver a una aturdida Sarah que se dirigía a la cocina, con Desiree algo menos aturdida detrás de ella.

"era un niño en crecimiento", insistió. Sus hermanas rodaron los ojos y se dirigieron hacia la cafetera.

Emily no había tocado otra cosa que no fuera descafeinado desde que nació Addy. Se imaginó que su pobre hija había sufrido tanto en el vientre materno que era mejor no añadir más. Trabajando las horas que hacían, todos en la BAU tendían a sobrevivir con café. Cada vez que Emily pensaba en lo que comía y bebía durante su embarazo, no podía reprimir una mueca.

"Hola Emily, ¿quieres ver fotos embarazosas de Derek?" Preguntó Desiree, lanzando una mirada astuta a Sarah.

Ella sonrió. "Seguro."

"Oh, no, no. Esto no es justo", objetó Morgan.

"Oh, eras un niño tan lindo", insistió Fran. "Ve a sacar los álbumes de fotos", instruyó a las chicas.

"Esto es tan injusto", protestó.

"Oh, vamos, ya has visto una foto vergonzosa de mí", dijo Emily.

"¿Cuándo?"