118.

366 22 7
                                    

Alex.

-Tengo un francotirador apuntando tu cabeza en este momento- murmuro siguiendo con el show- Así que mejor no te muevas y dime que carajos haces aquí.

Sus ojos no muestran otra cosa más que cinismo.

-Vine a hacer lo que mi hermanito no puede- sonríe cínicamente- Acabar con el enemigo.

Suelto una carcajada.

- Haciendo una mala imitación de él lo único que logras es dejar en evidencia lo mucho que deseas ser él, y lo mal que lo haces. Solo demuestras que no le llegas a los talones y jamás podrás-recalco esas últimas palabras.

Sus ojos se oscurecen con molestia, contrae su mandíbula y sus manos se aferran a mi cuerpo. No lo he empujado lejos aún porque sería sospechoso. Él también sabe que es peligroso en su postura, porque yo tengo todo y él nada en este mundo.

No es nada más que un jodido animal oculto.

-Acepta que te tomé con la guardia baja- habla burlón, cambiando de humor repentinamente de nuevo.

-¿Tú crees?-sonrío de lado observando su pecho, donde aparece el punto rojo de mi francotirador, nada de esto está planeado pero me alegra que mi equipo esté tan conectado y que Nick sea tan bueno con sus dispositivos como para que nadie jamás note nuestros intercomunicadores- Yo no juego, yo acciono.

De pronto un camarero se acerca, João ni siquiera me mira cuando nos ofrece una copa metido en su papel, improvisado. Gianni observa con desconfianza la bebida pero como tomo una él lo hace también, sin percatarse del pequeño gesto de mi amigo con el que me indica el trago limpio.

-En este momento, el bastardo está desapareciendo de este mundo, como siempre debió ser- sonríe cínicamente luego de beber de su copa- Ahora soy el único heredero y quien va a dejar de estar escondido. Tomaré su lugar, y tú cerrarás la boquita o tendré que cerrártela yo mismo.

Sus ojos van a mis labios mientras lame los suyos.

Asco.

-¿Enserio crees que lo tienes?- suelto una carcajada mientras aferro más mi agarre sobre su cuello, sin liberarlo y sonriendo de lado porque no podrá hacer ningún movimiento para zafarse sin que sea sospechoso-Él los tiene, te lo aseguro.

No conoce a Lucca, no sabe lo inteligente, peligroso y psicópata que puede llegar a ser cuando así lo quiere.

-Todo está en orden, los efectos comenzarán a surgir en unos minutos, sabes que hacer- la voz de Nick por el auricular en mi oído me confirman esa jugada.

Tengo que sacarlo de aquí.

Es hora de usar mis armas.

-Debo admitir que eres guapo- asiento mientras finjo escanear su rostro-Tienes…algo-mi tono seductor logra llamar su atención, sus manos se aferran a mi cintura mientras sus ojos bajan a mis labios. Finalmente chasqueo la lengua- Lastima que no eres más que una imitación que jamás será capaz de ganarle.

Los hombres tienen dos puntos débiles, las mujeres y su ego. Si sabes como jugar y golpear con ambos factores puedes tenerlos a tus pies.

-Ya lo verás-murmura algo distraído.

Pongo las manos en su pecho ganando algo de distancia aunque mantenga mi cintura apresada. Lo hago en un gesto sutil que hasta llega a ser un leve coqueteo.

-Que envíes a alguien a matarlo no impresiona a nadie, mucho menos a mi- me acerco un poco a su rostro- Me gustan los hombres con cojones, no a los que detestan ensuciarse las manos.

Contrarreloj [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora