Capítulo 31.

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NARRA PLEX.

Salí de la Epic lo más rápido que pude hasta llegar a la casa de Emma, sabía que estaba enfadada conmigo y tenía sus motivos. Francesca se había presentado en Madrid y para colmo, fue ella quién provocó todo ésto.
No lo dudé ni un segundo más y llamé a la puerta.
Una vez...dos veces...tres veces... Hasta que por fin alguien me abrió la puerta y detrás de ésta se encontraba Lucía.

- ¿Qué quieres? -me preguntó-
- Lucía, necesito hablar con Emma
- Ella no quiere hablar contigo ahora mismo
- Por favor -insistí-
- He dicho que...
- Tranquila tía, no te preocupes
- ¿Segura?
- Sí

Lucía volvió adentro de la casa y yo me quedé a solas con Emma. Necesitaba explicárselo absolutamente todo.

- Emma, quiero explicártelo todo -la cogí de las manos-
- Estoy un poco enfadada y confusa
- Lo sé y siento que haya pasado todo ésto, ni yo me lo esperaba -admití-
- ¿Qué quieres explicarme? -preguntó-
- Pues todo, ven -la cogí de la mano- Vamos a dar un paseo

Emma aceptó un poco a regaña dientes, pero aceptó. La llevé al camino dónde yo solía salir a correr y dónde me la encontré una de las primeras veces que la vi por la urbanización.
Tardé un poco en hablar ya que estaba bastante nervioso, no solía hablar de ésto con nadie, pero Emma era mí novia y tenía todo el derecho a saberlo.

- Francesca siempre ha sido muy posesiva, cuándo empezamos a salir me dijo muchas cosas y que después de un tiempo resultaron ser lo contrario. Me juraba que ella no era tóxica, no era celosa y me engañó. La relación se volvía cada día más y más tóxica, no me dejaba salir y si salía siempre tenía que estar ella, borró a absolutamente todas las chicas de mis contactos y siempre hablaba por mí, no me dejaba ser yo mismo, no era libre.
- Joder... -suspiró-
- Mis amigos me decían que no era buena para mí, que me hacía daño, pero yo estaba ciego de amor, y es que dicen que el amor es ciego, que cuándo te enamoras sólo ves lo bonito de las cosas pero lo cierto es que detrás de eso hay muchos otros factores los cuáles no nos damos cuenta por estar ciegos de amor, y yo tardé en darme cuenta -suspiré- Hasta que un día abrí los ojos, me quité esa neblina que tenía y vi la realidad, me merecía algo mejor y merecía ser libre y feliz, así que la dejé y la eché de casa.
- Siento que hayas pasado por esa tortura
- Ahora sin embargo estoy mucho más feliz -me giro quedando en frente de ella- Gracias a ti
- Yo...Pensaba... -dice nerviosa-
- ¿Qué pensabas? -pregunté confuso-
- No sé Dani, al verla tan guapa y con ese cuerpo yo pensé que te ibas a ir con ella o que ibas a cambiar de opinión -baja la mirada-
- ¿En serio creías que iba a hacer eso?
- Sí...
- No te cambiaría por nada ni por nadie, y no quiero que nunca te vuelvas a comparar con ninguna otra chica y menos con ella
- Lo siento, a veces soy muy insegura
- Mientras que yo esté aquí no vas a volver a sentirte así, te lo prometo -me incliné a darla un beso pero se apartó-
¿Qué pasa? -pregunté confuso-
- ¿Porque me tratas tan bien?
- Te trato cómo te mereces y yo nunca te haría daño, porque gracias a tí sé lo que es el amor de verdad, me has devuelto las alas y por fin puedo ser yo mismo, no te vayas nunca por favor

Nos quedamos en silencio, mirándonos a los ojos por varios segundos.

- Te quiero -sonrió-
- Yo también te quiero -sonreí-

Nos inclinamos a la vez y nos besamos, la cogí de la cintura para acercarla más a mí, me separé de ella y la miré a los ojos, eran los ojos más bonitos que había visto nunca, eran de color café pero que a la luz de la luna se volvían de color ámbar.
Enredé mis dedos con los suyos y volvimos a casa.

NARRA EMMA.

Estaba muy feliz, después de esa conversación nuestros sentimientos estaban a flor de piel, y después de ese beso bajo la luz de la luna me había dado cuenta de una cosa, estaba enamorada de Daniel.
Llegamos a casa, saludamos a algunos de los chicos que estaban tumbados en el sofá y subimos a la habitación.

🔞 ATENCIÓN ESCENA EXPLÍCITA🔞

No me dió tiempo a hablar, ya tenía a Dani pegado a mí, sus labios recorrían mí cuello, dejando besos húmedos por él y el calor que desprendían sus labios me hacía estremecer.
Me subí de un impulso a sus caderas, rodeando mis piernas en ellas y notando su obvia erección en mí entrepierna.
Entre besos ahogados y jadeos, Dani me llevó a la cama y se tumbó encima de mí, sus manos recorrían mí cuerpo, empezando por mí pierna, subiendo por mis caderas y terminando en mis pechos, los empezó a tocar y yo solté un pequeño gemido.
Se empezó a quitar la ropa y cuándo él ya estaba desnudo me la quitó a mí, nuestros cuerpos desnudos chocaban, emitiendo un calor que me erizaba la piel, tenerle tan cerca me erizaba completamente. Me subí encima de él y empecé a hacer leves movimientos de caderas sobre su entrepierna, Dani jadeaba mientras echaba la cabeza para atrás en señal de placer.

- ¿Tienes un condón? -le pregunté-
- Sí, están en la mesilla -me respondió agitado-
- Coge uno, no aguanto más

Dani cogió un condón de la mesilla y lo abrió, le ayudé a ponérselo. Una vez puesto yo me tumbé y él se puso encima mientras yo le rodeaba con mis piernas.

- ¿Lista? -preguntó mirándome a los ojos-
- Lista -sonreí-

La empezó a meter despacio y después la metió toda de golpe. Llevaba tiempo sin tener relaciones sexuales con lo cuál me dolió bastante al principio.

- ¡Ah! -grité-
- ¡Joder! ¿Estás bien? -se separó de inmediato-
- Sí, tú sigue

La volvió a meter y ésta vez todo era diferente, nuestros cuerpos chocaban y se fundían de placer. Sólo estábamos nosotros y el concierto de gemidos que había en la habitación.

- Emma me voy a correr -gimió-

Me pude de rodillas y él se quitó el condón lo más rápido que pudo.

- Joder... joder -dijo echando la cabeza para atrás-

Abrí la boca y después de un par de minutos Dani se corrió en ella, me manchó toda la cara. Fui al baño a limpiarme y volví a la cama, Dani estaba tumbado, y su respiración se veía agitada, me dejé caer al lado de él, agotada.

- Emma
- Dime
- Ha sido una de más mejores noches de mí vida
- Y la mía también -sonreí-

Minutos más tarde nos quedamos profundamente dormidos, abrazados el uno al otro, desnudos y aún agitados.
Había sido una de las mejores noches de mí vida, yo nunca había creído en ésto de las medias naranjas, pero cuándo encuentras a una persona con la que encajas perfectamente te hace cambiar de opinión. Dani había cambiado mi forma de ver las cosas, ahora sí que creo en el amor.
Desde pequeña siempre soñé con mí cuento de hadas, dónde el amor es perfecto, donde el amor no duele y donde el amor lo puede todo. Ahora puedo decir que lo he encontrado. Siempre deseé amar para siempre a alguien y ahora sé que ese deseo se puede hacer realidad.
Hay mucha gente que dice que el amor no dura para siempre, pero si lo cuidas bien no tiene porqué acabar, el amor se acaba si no es recíproco, pero no toda historia de amor va a ser trágica.

Aparecerán muchas personas a lo largo de tú vida, algunas te marcarán más que otras, y otras te harán crecer cómo persona y madurar, pero sin duda tienes que quedarte con esas personas que te hacen feliz y sobretodo quédate con la persona que deseés amar para siempre, pase lo que pase.
El deseo de amar para siempre sólo lo encontrarás en una persona, y esa será la definitiva, la pieza que le faltaba a tú rompe cabezas y la que te enseñará que el amor no duele sino que te cura.

FIN.

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EL DESEO DE AMAR PARA SIEMPRE // YOSOYPLEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora