Capítulo 1: Prólogo

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"Lo siento ¡cof!... ¡cof! Perdóname por hacerte vivir esto una vez más". Fueron las palabras de una joven pelirroja de unos 20 años aproximadamente, mientras de su boca salían dos finas líneas de sangre y en su pecho se podía ver una gran herida de la cual salía una gran cantidad de sangre mientras era sostenida por un joven rubio.

El joven parece tener 17 años, cabello dorado con rostro hermoso y ojos de color carmesí como la sangre, que emiten un resplandor misterioso que haría que cualquiera que lo mirase se marchite. Pero ahora esos bellos ojos solo reflejan una profunda tristeza y desesperación, mientras sostiene en sus brazos a la mujer pelirroja.

"Vamos Sarā resiste ah...ah...ah no me abandones por favor". Dijo el joven voz apagada mientras trataba de controlar su respiración y una de sus manos estaba en la herida de la mujer llamada Sarā, la cual estaba rodeada de un aura amarilla intensa casi dorada tratando de sanar la herida en el pecho de está, pero tristemente para el joven no estaba funcionando.

"Naruto no te molestes en ¡cof!... ¡cof! tratar de... ¡cof! curarme. Solo ¡cof! promete ¡cof! prométeme que vivirás ¡cof! aunque tu ya no quieras vivir ¡cof! puedes hacerlo por mí". Dijo Sarā cada vez más débil por la pérdida de sangre. 

"Lo haré Sarā snif...snif tienes mi palabra, solo me abandones". Dijo el joven de nombre Naruto con una voz temblorosa a la vez que de sus ojos salían varias lágrimas.

"¡Que bueno! ¡cof! No sabés cuanto me alegra oír eso". Dijo Sarā mientras miraba al joven con todo el amor, afecto y devoción que podía reunir en ese momento. "Jejejeje, quien sabe y en un futuro nos volvamos a encontrar NA.RU.TO". Dijo Sarā para luego besar a Naruto expresando todo el amor que sentía hacia este y luego colocaba su cabeza en el pecho de este mientras sus ojos se cerraban lentamente.

"Sarā no mueras por favor, no mueras, Sarā...SARĀAAA". Gritó Naruto mientras más lágrimas salían de sus ojos y sacudía suavemente a el cuerpo inerte de Sarā mientras en su rostro se podía apreciar una débil sonrisa.

Todo esto era visto por dos figuras que se encontraban a varios metros de distancia de la trágica escena, las cuales eran dos mujeres.

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Se podía ver a dos mujeres a varios metros de la pareja, una mujer de piel blanca al igual que tenía cabello largo de color plateado claro asemejado al blanco, la mujer llevaba pantaloncillos corto más arriba de las rodillas, al igual que llevaba una especie de camisa o top deportivo que se apegaba a su inmenso pecho, ella igual usaba una gran yukata simple de color negro con diferentes símbolo o mejor dicho sellos rojos en ella, aunque lo más llamativo de ella era las oreja de zorro en su cabeza al igual de las nueve blancas y esponjosas colas que se movían detrás de ella.
La otra mujer tiene la apariencia de una joven alta, cabello rubio ligeramente rizado, y hermosos ojos de color esmeralda. Ella usa ropa oriunda de la cultura maya, brazaletes y espinilleras con detalles de plumas. Pero lo más llamativo de esta mujer era una joya o gema color esmeralda incrustada en su mentón.

Ambas mujeres eran sin lugar a duda hermosas y su solo presencia estaba cargada autoridad y poder, pero justo ahora dichas mujeres no transmitían nada de eso, ya que en sus ojos se puede ver una gran tristeza mientas observan la escena frente a ellas.

"Hermano". Dijo la mujer rubia mientras veía con tristeza al joven decir repetidamente el nombre de la ahora fallecida Sarā con la esperanza de que está abra los ojos.
"¿Cómo es posible que todo esto haya ocurrido? Dijo viendo a la mujer peliplateada a su lado.
"Yo...no lo sé. Pero lo que si te puedo asegurar es que las cosas solo se volverán más caóticas a partir de ahora". Respondió con una voz ronca y entrecortada a la rubia a su lado mientras de su ojo derecho se escapaba una lágrima que rápidamente limpió con una mano.

Fin del capítulo.

Fin del capítulo

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ESPERANZA PERDIDA: El Levantamiento De Un ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora