5 𝘗𝘈𝘚𝘖𝘚 𝘗𝘈𝘙𝘈 𝘌𝘕𝘈𝘔𝘖𝘙𝘈𝘙 𝘈 𝘖𝘚𝘈𝘔𝘜 【𝑆𝑜𝑢ℎ𝑒𝑘𝑖】

Paso 5 (declararse a Osamu)

Habían pasado 3 semanas más y durante esas semanas Ranpo se esmeró mucho llevando a cabo los pasos anteriores, todos los días Ranpo llegaba a la preparatoria con un vaso de café para el castaño algo que hacía sentir conmovido al otro. Y no sólo era el café lo que enamoró al castaño aún más, también fueron los poemas cortos y largos que el peli negro le entregaba a diario durante las 3 semanas, las salidas tampoco faltaron y ni hablar de las veces en las que el joven peli negro tuvo que ahuyentar a los perros que se atrevían a asustar a su castaño.

Ranpo definitivamente había logrado su cometido y ahora se aproximaba el último paso y el más importante ya que este desidiría si ambos chicos se quedaban juntos o no. ¿Qué podría salir mal?.

─ Oye Ranpo, nuestros padres avisaron que volverían hoy ─ dijo la chica algo nerviosa

Ranpo en ese momento sólo pudo sentir un poco de pánico, y es que no era desconocido que el padre de Ranpo era un hombre frío, demasiado diría yo. El problema de Ranpo con su padre se agravó cuando el chico entró en la pubertad y empezó a experimentar muchos cambios en su corta vida y uno de esos fue descubrir su orientación sexual algo que no le agrado mucho a su padre y que gracias a eso su padre lo consideraba una deshonra para el linaje familiar.

Las horas pasaban y Ranpo cada vez se sentía más nervioso haciendo preocupar un poco a su hermana y a las señoras que servían en la casa, después de todo no lo habían visto así desde el día en que su padre lo separó de su primer y única pareja.

Pasaron otros 30 minutos y por fin se escuchó como dos personas entraban por la puerta de la casa, Ranpo sólo se quedó ahí parado viéndolos entrar mientras su hermana Yosano fue y recibió gustosamente a su madre, después de todo la pobre mujer no tenía la culpa de haberse casado con un mal padre.

─ Bienvenida madre ─ dijo Yosano haciendo una leve reverencia con una enorme sonrisa en su rostro que al ver a su padrastro se borro ─ Y usted también.

El hombre sólo bufo y siguió su camino encontrándose a su hijo en la sala sentado en uno de los grandes sofás de ahí.

─ Ja, al parecer sigues siendo un mal hijo después de todo lo que he hecho por ti me pagas así, que desperdicio de tiempo hice al cuidarte después de todo hiciste lo que quisiste.

Ranpo no respondió y solamente agachó su cabeza.

─ ¿Qué?, ¿eres mudó o algo así?

─ L-lo siento padre, trataré de ser mejor para ti.

─ No lo creo, después de todo sigues siendo un maricón.

Ranpo sólo apretó sus manos haciendo así que se encajara sus propias uñas.

─ Mi señor, la cena está lista ─ dijo una señora haciendo una reverencia

─ Está bien ─ dijo y se fue al comedor.

Era una cena realmente desagradable o al menos para Ranpo si pues su padre no paraba de compararlo con chicos que conoció durante su viaje y diciendo que debía ser como ellos y seguiría así hasta que un golpe se escuchó.

─ Ya basta!, ¿creés que me importa quién es mejor hijo que yo?, me importa una mierda. Realmente trate de hacerte sentir orgulloso todos los días de mi vida y tu solamente te sientes disgustado por mi orientación sexual... Ojalá en ese accidente hubieras muerto tu y no mamá ─ dijo para luego marcharse escuchando de lejos los gritos de su padre.

Era de noche y no tenía a dónde ir por lo que camino sin rumbo hasta que alguien lo llamó.

─ ¿Ranpo?

Ranpo volteo y con tan sólo ver a la persona que le hablaba se olvidó de todo lo que había pasado antes con su padre.

─ Hola Osamu ─ dijo sonriendo al chico frente a él.