Durante lo que quedaba del semestre, el ascenso de Jungkook a la posición de quarterback resonó en todo el equipo de fútbol americano y en la escuela. Con su excepcional habilidad y dedicación incansable, Jungkook se convirtió en el líder indiscutible del equipo.
En el campo de entrenamiento, se destacaba por su precisión en los pases y su aguda visión estratégica del juego. Trabajaba arduamente junto a sus compañeros para perfeccionar cada jugada y fortalecer la cohesión del equipo.
Para Jungkook, este ascenso representaba un nuevo desafío y una oportunidad para demostrar su valía. Se comprometió a liderar al equipo con honor y humildad, esforzándose al máximo para alcanzar la excelencia en cada partido. Sin embargo, había algo que ocupaba un rincón especial en su mente: Taehyung.
Mientras tanto, el omega se encontraba en el jardín de la escuela, sumido en sus pensamientos mientras observaba las hojas que danzaban al compás de la brisa. El murmullo de la naturaleza le brindaba una paz reconfortante en medio del bullicio del día escolar.
De repente, el sonido de pasos interrumpió su ensimismamiento. Al levantar la mirada, vio a Jungkook acercándose con una sonrisa suave en los labios. La simple presencia de su alfa le transmitió un consuelo inesperado, llenando su corazón de calidez y alegría.
Jungkook dejó caer su mochila y se sentó junto a Taehyung. Tan pronto como tuvo la oportunidad, lo besó, disfrutando del espacio compartido bajo la sombra del árbol.
—¿Vas a necesitar ayuda con la estrategia para el próximo partido? —preguntó Taehyung entre risas y suaves besos, sus ojos brillando con complicidad mientras se acurrucaba más cerca de Jungkook.
—¡Sí, definitivamente! —respondió Jungkook con entusiasmo, una sonrisa amplia iluminando su rostro. Le dio un último beso, lleno de ternura, antes de abrir su mochila con un movimiento decidido—. ¿Puedes echarle un vistazo al plan y darme tu opinión?
Con un gesto confiado, sacó unas hojas llenas de anotaciones y dibujos, listos para que Taehyung los revisara.
Horas después, Jungkook respiraba profundamente mientras caminaba de la mano con Taehyung por el vecindario, con una determinación inquebrantable. Al llegar a la casa del omega, se detuvieron frente a la puerta, sintiendo un nudo en el estómago que le oprimía el pecho.
—Puedes llamar a tu papá; necesito hablar con él —dijo Jungkook, tratando de mantener la calma.
—¿Estás seguro? —preguntó Taehyung, mirándolo con preocupación. —No quiero que te sientas presionado.
—Lo estoy —respondió Jungkook con firmeza—. Es importante para nosotros.
Taehyung asintió, aunque la inquietud era evidente en su expresión. Entró en la casa y, tras unos momentos, regresó con una mirada de incertidumbre.
—Dijo que te está esperando en el salón. Pero... ¿qué vas a decirle? —preguntó Taehyung, su voz temblorosa.
—Voy a ser honesto —dijo Jungkook, intentando calmar sus propios nervios—. Quiero que sepa cuánto significas para mí y que estoy aquí para quedarme.
—Está bien —respondió Taehyung, apretando la mano de Jungkook.
Cuando caminaron juntos hacia el salón, Jungkook sintió la mirada evaluadora del padre de su omega. Era un desafío que lo hacía sentir vulnerable, pero estaba decidido a enfrentarlo.
—Señor —comenzó Jungkook, hablando con humildad—, he reflexionado mucho sobre mis acciones pasadas y quiero disculparme sinceramente por el dolor que he causado a su familia.
El padre de Taehyung lo observó atentamente, sus ojos transmitiendo una mezcla de seriedad y compasión.
—Jungkook, las palabras son importantes, pero lo que realmente cuenta son las acciones —dijo con calma—. ¿Estás realmente comprometido a cambiar y a reparar tus errores?

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DILEMMA | KOOKV
Teen FictionOMEGAVERSE | Jeon Jungkook, el alfa popular, hace una apuesta para conquistar al omega Kim Taehyung. Pero cuando los sentimientos entran en juego, las reglas cambian.