EXTRA: UNO

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Pov Charlotte

La respiración comenzó a fallarme, estaba sola en aquella habitación blanca, y Engfa parecía no llegar pronto. Iba a entrar en pánico si nadie entraba y me decía cuando iba a dar a luz.

Necesitaba saber cuándo iba a nacer mi hija.

Después de meditarlo demasiado tiempo, mi esposa y yo decidimos que era hora de formar una familia. Engfa había estado tan insistente con el tema de los hijos, y en un inicio tuve miedo de llegar a esa etapa. Nuestra vida iba de maravilla, tenemos más de dos años casadas y la carrera musical de Engfa seguía en la cima. Toba iba perfecto, abrí mi propio salón de baile y canto y estoy estudiando actuación durante el tiempo libre, así que por un momento la idea de tener un bebé me aterro. Temía que las cosas cambiaran drásticamente en nuestras vidas.

Pero después de cuestionarme bastante sobre las cosas, una pequeña persona haría mucho mejor nuestros días. Siempre lo había deseado, tener una casa bonita, una gran esposa y una hermosa familia.

Luego de dejar la universidad, aquel sueño parecía tan lejano. Keane había roto mi corazón y había pisoteado mi autoestima, luego, mamá simplemente me había abandonado. Pensé que iba a quedarme sola toda mi vida. Quizá Heidi y las chicas en algún momento iban a crear sus propios caminos, se irían y me quedaría completamente sola.

Si lo pienso bien, Engfa fue como la luz que papá envió para mí. Es todo aquel amor que no pudo darme. Él siempre quería verme feliz, y estoy tan agradecida de que la haya puesto en mi camino.

Nos decidimos a obtener espermatozoides del banco de semen, aunque nosotras creíamos que solo una de nosotras podría ser la madre al final, nos puso un poco tristes. No estábamos al tanto del procedimiento, en el fondo teníamos esa esperanza de que nuestro hijo se pareciera a nosotras. Sin embargo, cuando investigamos más a fondo sobre el tema, esa esperanza se hizo más grande cuando supimos que podíamos participar ambas activamente en el tratamiento de Reproducción Asistida. En estos momentos críticos solo quería que mi hija naciera sana; era lo que más me importaba.

Dimos con el banco de semen por Tina, se puso a investigar y nos obligó a investigar con ella sobre el tratamiento y sobre quién era el donador del esperma y hablar con él por si pasaba algo, ya sea por reconocer a mi hija o cosas por el estilo. Todo mi embarazo estuvo bajo el cuidado de Engfa, y justo esa mañana me encontraba sola en casa. Engfa salió temprano al estudio y de repente las contracciones empezaron, estaba desayunando cuando sentí un dolor muy fuerte y me saca un grito de dolor. Tuve que llamar a Aoom, con todas mis fuerzas tome el teléfono y le marque para que me recogiera y me llevara al hospital.

Ahora, mi tic nervioso, más mis contracciones que cada vez se hacen más fuertes y dolorosas, habían regresado. Las chicas se fueron por algo de ropa, ya que a Aoom se le olvidó y Engfa estaba atorada en el tráfico. Hace más de media hora que estoy en esta camilla, con las contracciones que van y vienen. Y la enfermera, como pudo, me explicó que los partos son tardados. Además, no llegué con el límite de dilatación, así que tenía que esperar.

Escuche como alguien daba fuertes pasos por el pasillo y se acercaban a la habitación donde estaba. Se abrió la puerta de golpe; era Engfa, se dirigía dando zancadas hasta llegar a la camilla con el rostro pintado en preocupación, y a la vez, podía ver el intenso brillo en sus ojos.

—¿Cómo estás? ¿Ella está bien? — Acerca su mano a mi vientre dejándola ahí mientras yo llevaba la mía y la entrelaza a con la de ella.

—Sí, estamos bien, BeeCerré los ojos cuando dejó un casto beso en mis labios La enfermera dijo que el proceso era tardado, tenemos que esperar, no estoy con el límite de dilatación.

Fangirl~EnglotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora