Cuando Llega El Amor

Capítulo 4: ¡Se acabó la Farsa!

Llegamos a mi habitación, no podía creer que Katia le haya dado una bofetada a Fabiola, simplemente no lo esperaba, no habíamos hecho nada malo. Veía como me miraba furiosa sentada en mi cama, mientras que me vestía después de ducharme.

- ¿Qué haces aquí? – se levantó de la cama furiosa

-Después de lo que acabas de hacerme esa es tu pregunta- rio sarcásticamente- ¿Te has visto en un espejo? – Negué respirando profundamente.

-Katia, en serio ¿a qué has venido aquí? No he hecho nada malo con Fabiola, ella es una mujer casada entiéndelo.

-Y esto que significa? – me muestra su teléfono una página donde está la foto de Fabiola y yo tomados de la mano- ¿Me dirás que es error? Cuando muy claro se ve como estas tomado de la mano de esa Golfa.

-Respétala! Ella no es ninguna golfa en ningún momento se ha comportado de esa manera, y si esa noche fue mi fiesta de bienvenida yo la cogí de la mano- admití y sentí mi cara arder ante la bofetada que me propinó Katia.

- ¡Eres un Canalla! - Golpeo mi pecho- Lo admites, así como si nada como si nuestra relación no valiera nada- me empujo mientras veía que caían lágrimas de su rostro.

-Lo siento! Lamento hacerte sufrir, pero no puedo tapar el sol con un dedo- admití, lo mejor era ser sincero con Katia, ella no se merecía que la tuviera engañada- lo mejor será que dejemos esto hasta aquí.

- ¿Te estas escuchando? – rio pasándose la mano por su pelo- ¡Me estas terminando por una Golfa de cuarta que no me llega ni a los talones, Martín! Son 8 malditos años desde el primer día que te vi super que serías para mí, esperé 4 años por ti, a que me aceptarás por completo en tu vida, para que me termines de esta manera.

-Lo sé Katia, pero es la única manera de no seguir lastimándote.

- ¿Te has vuelto loco, porque dejar nuestra relación de años?, ¿hemos empezado de cero, todo lo hemos construido con el pasar de los días, para terminarlo como si no hubiéramos puesto ambos esfuerzos por construir nuestra relación, tú mismo me habías dicho que habías olvidado a esa mujer, o solo me mentiste para utilizarme? ¿Dime algo Martín? ¿Sigues enamorado de Fabiola? - Aquella pregunta se clavo en mi interior, buscaba la manera de responderle

Lo que no sabían Katia y Martín que Martha estaba escuchándolos detrás de la puerta. Nunca se imaginó escuchar aquella pregunta de parte de la novia de su hijo, jamás permitiría que su hijo estuviera con una mujer como Fabiola Montesinos.

- ¿Entonces quién de los dos me explicará lo de acabar con la Farsa? - Samantha miraba a su hijo y su yerno ambos se miraban entre sí.

- Señora Samantha, le diremos, pero antes quiero que sepa que todo lo que hicimos no era con intención de causar daño- Samantha miró a su hija intrigada quién tragó saliva y respiró profundo para empezar a relatar.

- Todo empezó cuando entre a la universidad, un día conocí a David cuando sin querer derrame mi chocolate caliente, él me pidió que comiera con él para disculparme por lo sucedido, de allí empezamos a tratarnos, dos meses después empecé a tener mareos, vómitos, náuseas, y antojos-David le apretó la mano en señal de apoyo- me hice una prueba de embarazo, salió positivo- su madre suspiró con sus ojos llenándose de lágrimas- Estaba esperando un bebé, tuve mucho miedo, me daba vergüenza decirle a mi Padrino, cuando él pagaba mi universidad para que fuera una profesional y yo salía con esto. Con el pasar de los días, lo pensé nunca fue una opción interrumpir mi embarazo, estuve mal emocionalmente no dejaba de llorar, hasta que David intuyó que me sucedía algo le conté lo que me pasaba, estuvimos mirándonos en silencio, hasta que él cogió mi mano y me propuso que nos casáramos- su madre sollozó sintiéndose destrozada, no tenía idea de lo que su hija hubiera pasado-él quiso hacerse cargo de mi bebé desinteresadamente, a cambio de que fuera su esposa, así su familia dejaba de seguirle y sospechar su secreto- David la miró asintiendo, otorgándole el permiso de seguir relatando-David es Gay, así que acordamos en guardar nuestro secreto, nos casamos en una intima ceremonia, sus padres estaban muy felices , más al saber que serían abuelos, eramos jóvenes pero aquello quito toda sospecha de parte de su familia, él estuvo a mi lado en todos los meses de mi embarazo, nos mudamos juntos a un apartamento en una buena zona eso no impedía que yo trabajará, claro David se encargó de recomendarme en un lugar donde no haría esfuerzos de más, estuvo allí día a día y amaba a mi bebé, él sería su único padre- Fabiola sintió sus ojos llenarse de lágrimas- cuando cumplí los ocho meses mi bebé se adelantó, ese día llegamos al Hospital estábamos asustados, me llevaron a la sala de Parto, David estuvo en todo momento hasta que escuchamos el llanto más hermoso, mi bebé había nacido sano y cuando le tuve entre mis brazos, mi vida cobró sentido supe que era el amor de mi vida, David lo tuvo entre sus brazos y le prometió cuidarle siempre aunque no llevará su sangre, su familia estaba muy feliz, entraron a ver a nuestro bebé nuestro pequeño al que llamamos Ángel, le di de comer y ambos nos dormimos, pero al despertarme en la madrugada- su voz se desgarró- me extrañó que mi bebé no llorará cuando las enfermeras me habían informado que debía alimentarlo cada dos horas, vi la hora habían pasado cuatro horas desde que me dormí, David se había quedado dormido también, me acerqué a su cunita y vi que mi bebé no se movía, yo lo tome en mis brazos su bracito se sentía frío, mi bebé no despertaba, grité con todas mis fuerzas no entendía o no quería aceptar lo que ya era evidente, las enfermeras junto con el doctor llegaron y me lo quitaron de mis brazos, lo revisaron y el doctor me miró con cara de pana dándome la noticia que mi Ángel me había dejado- Su madre sin decir palabra alguna abrazó a su hija llorando y sintiendo una vez más su dolor, sintiéndose una mala madre por no saber la verdad de todo, por haberse quedado con aquella historia que su hija le contó a medias y que en el fondo de su alma presentía que eso no lo era todo.