Capítulo 2

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Pasaron unos días, y no sabía en quién confiar, salir estaba contra las reglas.

Sabes que tú sola te complicas todo.

Pero necesitaba decirle a alguien, que me ayudarán a descubrir lo que pasaba. Decidí buscar a uno de mis instructores, All era algo arriesgado decirle, podrían castigarme...

O encerrarte.

Él era alguien de mente abierta, sus clases eran las mejores y sabía que de todos ahí él me apoyaría.

- Hola All, ¿puedo hablarte de algo? -dije con voz algo temblorosa.

- Izzy no me harás meterme en problemas, ¿cierto? -dijo entrecerrando los ojos. Me conocía muy bien.

- Tal vez... -dije con una sonrisa inocente.

Entonces le conté todo.

- ¡¿Cómo se te ocurre salir sola por la noche en medio de un bosque?!

Te dije que era un plan suicida

- ¡Lo siento! No sabía si alguien me dejaría hacerlo.

- Si me hubieras dicho te hubiera ayudado. -dijo poniendo los ojos en blanco. - Nada más para que no te pasara nada.

Aunque me dijo que estuvo mal salir así sola, porque era peligroso. Me dijo que me ayudaría, él tampoco sabía mucho, me dijo que ningún instructor tenía información, solo los Maestros Celestiales (título que ellos mismos se colocaron por ser los más viejos de aquí) sabían que ocurría y el Director.

Este último no se dejaba ver por nadie, no salía de su oficina y él único que entraba era su sucesor John y este era quién hablaba con todos.

Ellos ocultaban muchas cosas, nadie hacía nada por descubrirlo, me molestaba ser la única que estaba cansada de no saber nada. Era una prisión en la cuál estábamos todos sin saber por qué, nos enseñaban sobre magia y cosas místicas que no existían. Mitología, artes y cosas irrelevantes, no había nada de ciencia. La evitaban a toda costa con nosotros, las cosas tecnológicas de las que se hablaban en un libro antiguo de la biblioteca no había nada ahí, nada.

Solía tener sueños raros, eran especie de visiones o recuerdos, no los entendía muy bien.

.
.

A la noche siguiente, All y yo salimos al bosque, le mostré el camino donde estaba el híbrido y vimos huellas.

Toqué una roca y luego empecé a tener una visión,

El lugar parecía muy familiar pero no lograba descifrarlo, habían Híbridos como el que vi el otro día, parecían actuar como humanos, entre ellos... junto a otros humanos. El camino se hacía más borroso y al final había una serpiente. Podía acercarme sin que me notaran y seguían conversando.

Salí de la visión y All estaba mirando con cara de susto, me giré en su dirección.

Mi muñeca estaba sujeta por la mano del híbrido, él parecía obsérvala con curiosidad.

- Volviste a salir. -dijo soltando mi agarre.

- No encontré lo que buscaba -dije acercándome a él.

- Cada vez entiendo menos a los de tu especie. -sus ojos tenían cierto brillo de diversión.

- ¿Mi especie? Aún no sé qué eres tú, podrías empezar hablando de eso.

- Ustedes deberían regresar, a su querido director no le va a gustar nada esto. La última vez lo dejó bien claro.

-No hemos hablado con él, ¿tú si?.

-Hace muchos años, y ya deberían volver. -dijo suspirando con aburrimiento. - No lo repetiré.

- Ni siquiera nos has dicho tu nombre.

- No necesitas saber. -esta vez se dirigió a All. -Vigila a tus estudiantes, si sigue metiéndose en problemas acabara con su apreciada Paz.

Sin decir más All me apartó y me arrastró de vuelta a la Academia.

Academia La PazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora