Academia La Paz

Capítulo 4

Al verlo supe que era el Híbrido que había visto en mi visión.

Era él y por alguna razón sabía que yo estaba relacionada con él.
Miré mi muñeca y vi que todo cobraba sentido. Yo tenía la misma marca de serpiente justo como la de él. No sabía cómo era posible.

- ¿Por qué antes no podía ver la marca?

- Sencillo, pasaste mucho tiempo alejada de nosotros y el efecto de la Serpiente estaba dormido.

- ¡Explícame mejor! No estoy entendiendo nada.

- Antes eras lenta pero ahora te estás peor que los humanos -puso los ojos en blanco.

- Sí dijeras más estoy segura que entendería perfectamente.

- Te lo diría pero son cosas que ya sabes, que te niegas a recordarlo es otra cosa. Hace años decidiste bloquear tus recuerdos y vuelves acá exigiendo respuestas -hablaba cada vez más irritado. -¿Puedes salir de una vez? Intento relajarme y tú solo me causas estrés.

-¡YA DIJE QUE ME DIGAS QUÉ PASA!

- Controla tus modales señorita, ya tienes 19 deberías dejar de comportarte como una niña. -dijo en tono muy serio mirándome fijamente a los ojos, mi piel se erizó.

- Tienes razón... pero necesito que me cuentes. Por favor, quiero saberlo.

Suspiró ruidosamente antes de empezar a hablar.

- Eres mi sobrina, la hija del primer mutante, eres la única y última de tu especie, todos los demás que ves como yo solo tomamos la marca de tu padre con la daga del Sol, esa es la que nos hace vernos como somos y mejorar nuestras habilidades. Pero nuestra sangre es de humanos ordinarios, tu padre perteneció a los mutantes originales porque fue envenenado con veneno de una serpiente modificada genéticamente en un laboratorio. Su cuerpo se transformó y fue uno de los únicos que lo hicieron correctamente. Otros fueron mordidos por otros animales modificados y así fue como los mutantes tomaron su rasgo predominante.

Yo lo veía con los ojos muy abiertos tratando de entender toda la información. Al ver que no decía siguió.

- Los otros mutantes no eran como nosotros, eran menos civilizados, al convertirse se transformaban en salvajes depredadores. -me pasó algunas fotografías de su escritorio.

- Hubo una gran guerra de humanos contra mutantes y los científicos crearon La Academia La paz, con el propósito de mantener a todos dentro de un perímetro seguro y seguir con sus experimentos. Yo entré como aprendiz voluntario y a vigilar a mi hermano, ya que lo tenían siempre haciéndole pruebas y análisis de ADN, querían saber qué tenía él que lo volvía más humano y como hacer que los otros lo tuvieran.

Me mostró una foto de una mujer muy parecida a mí, ojos grises, cabello castaño y piel oliva. Vestía con una bata de laboratorio.

-Él conoció a tu madre, una de las nuevas especialistas en la genética. Ella estaba fascinada con tu padre, pero era diferente a los otros científicos, ella no lo veía como un experimento sino como el humano que seguía dentro de él.

Me pasó la foto de un mutante con rasgos muy parecidos a los de mi tío, ojos verdes como los de una serpiente piel escamosa, nariz muy perfilada pero aún así no era nada aterrador, en realidad era lindo de ver. Su cabello era marrón muy oscuro, casi negro. Vestía un traje gris como los de pacientes de hospital.

- Pasaron años y se hicieron novios, algo que desató el caos dentro de la academia. Nadie estuvo de acuerdo excepto yo obviamente, y algunos amigos cercanos de ella. Las investigaciones no estaban funcionando y cada día que pasaba las criaturas se volvieron más feroces. Tuvieron que apartarlas al Sótano de de la Academia. Temían que se revelaran contra todos.

Me dió un escalofrío solo de imaginarlo

Yo creo que es demasiado para procesar

-Los que eran como tu padre eran vistos como seres divinos por algunos, eran admirados por sus habilidades, las de la serpiente incluían un olfato superior a las de cualquier humano, era tan sigiloso que no podrían notar su presencia hasta que se hicieran notar y los otros tenían sus peculiaridades también. Cuando el gobierno se enteró quiso obtener sus privilegios, para tener súper soldados mejorados. Así que pusieron en marcha su plan, y usaron la sangre de ellos para crear un suero especial. Lo llamaban "La daga de Sol"

Miré mi muñeca inconscientemente. Observé la marca que era idéntica a la de mi tío. Y pensar que esa daga me la hizo eso...