Extra

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Agradezcan a la señorita Moonblue_24 gracias a su regalito esta historia tendrá segunda parte.

Podía sentir como el menor temblaba, sus hombros se movían por los espasmos del frío clima, faltaba poco para llegar a su casa, le había avisado a Vinicius, el otro preparo algo caliente y luego se fue.

—Gavi, estás temblando.—El Alfa desviaba su vista del camino para poder observar el rostro del omega, tenía la nariz roja y las mejillas igual, a su parecer era la cosita más hermosa que había visto.

—Estoy bien, solo tengo un poco de frío.

Jude freno a un costado del camino, Gavi lo observó curioso, si su cara estaba roja, lo estuvo más cuando el Alfa empezó a quitarse la ropa.

—¿Q-Qué?

—Estás temblando, perdón salí de casa sin nada para abrigarte, usa esto ya casi llegamos.—Jude tampoco es que iba tan abrigado, salió con mucha prisa de su casa, así que lo único que tenía puesto eran unas mangas largas y un abrigo que a Gavi le quedaría enorme.

Gavi se sintió como un pequeño niño, el abrigo era enorme, el aroma de Jude lo rodeaba, digamos que técnicamente el abrigo si lo hizo entrar en calor.

Una vez en la casa del británico, el Alfa prácticamente se echo a Gavi al hombro y lo coloco en medio de todas las mantas y almohadas que había en su casa, Gavi trató de decir algo, pero Jude lo callo con una taza de chocolate caliente

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Una vez en la casa del británico, el Alfa prácticamente se echo a Gavi al hombro y lo coloco en medio de todas las mantas y almohadas que había en su casa, Gavi trató de decir algo, pero Jude lo callo con una taza de chocolate caliente.

El Alfa iba y venía con cosas para colocar en el "nido" improvisado, no quería que nada faltara, menos que Gavi se sintiera de cualquier forma rechazado.

No volvería a cometer ese mismo error.

—Jude...

—¿Sí? ¿Necesitas algo?—Si tuviera orejas, el Alfa ya los tendría en alto, esperando cualquier orden de su omega.

Gavi parecía un poco indeciso, sentía un poco de pena así que bajo la cabeza y entre murmullos dio su pedido al Alfa.

—Quiero que también estés en el nido.—Susurro, su rostro ardía, y sus manos temblaban, no por el frío, sino por los nervios.

El Alfa podría morir ahí mismo, Gavi era tan tierno y a la vez sexy, no sabe como podría sobrevivir a eso.

Dios... Soy yo de nuevo, no dejes que mis cachorros salgan tan estúpidos que yo, porque no voy a pedirte fuerzas para resistir ahora.

Jude se tumbo a su lado, y en un intento de tranquilizar al omega, tomó sus manos y las pozo en su cabeza.

—Me gusta que me toquen el cabello, pero más me gusta que seas tú.

Gavi sonrió sonrojado, Jude era tierno no sabe si pueda resistir más tiempo el dejar su aroma al descubierto, no quería que el Alfa se diera cuenta de la situación en la que estaba.

—Tu cabello es muy suave... M-Me gusta.

—Gavi... T-Tu olor.—Las mejillas del menor volvieron a tomar un rojo vivo, no sabía dónde meter la cara.

—L-Lo siento y-yo...—Jude levantó la cabeza de las piernas del menor, sus ojos fijos en los del castaño, Gavi era la criatura más hermosa que haya visto en su vida.

Nunca va a poder perdonarse el haberlo hecho llorar, no podría.

—Eres hermoso, eres la criatura más hermosa que he visto, no sé qué fue lo que hice para merecer que fueras mi destinado, pero aún así ya te he lastimado, lo siento tanto.

Jude bajo la cabeza, no sabía por dónde empezar para remediar su error, se sentía una mierda.

Las manos de Gavi alzaron su rostro, ni siquiera se había dado cuenta de que sus lágrimas se habían escapado, lo noto solo cuando el omega las empezó a quitar de su rostro.

—Yo... Me dolió lo que hiciste, pero todos merecemos una segunda oportunidad ¿No?—Gavi sonrió de una forma tan tierna que Jude volvió a tener ganas de llorar.

—Prometo que haré lo posible para que nunca más vuelvas a llorar, y si lo haces, serán lágrimas de felicidad, mi hermoso omega.

Ya no se contuvo, quería tanto tenerlo en sus brazos, se acercó de forma lenta, por si Gavi quería alejarse, no fue así.

Acaricio las mejillas sonrojadas del menor, sus ojos fijos en los suyos, podría estar todo un día viendo esas hermosas avellanas, y no se cansaría, sus labios rosaditos y suaves, desde que los probó ya sabía que sería su nueva adicción.

—E-Empieza... Empieza por aquí... Alfa.—Dijo Gavi, tocando sus labios, eso fue suficiente para Jude.

El Alfa se abalanzó directamente a sus labios, eran simplemente maravillosos.

—A-Alfa... Por favor.—Una suplica que Jude no pudo ignorar.

—¿Quieres que te toque? —Preguntó con la voz ronca y susurrante, Gavi podía pedirle lo que fuera, él se lo dará.

—Lo deseo.—Lo quería tanto, deseaba pertenecer al Alfa, quería llevar su marca, y que su vientre albergue a sus cachorros.

—¿Dónde, cariño?

Gavi tomó su mano y la llevó hasta su bajo vientre.

—Aqui.—Hizo que su mano descendiera hasta su intimidad, colocando sus dedos sobre su humedad.—Y aquí...

—¿Solo que te toque?

La voz le tembló en un jadeo, Gavi necesitaba todo del Alfa, se levantó para acercarse hasta su oído.

—Quiero... Quiero tu marca, tu nudo y a tus cachorros, por favor Alfa.

Y Jude no era nadie para negarse a su Omega.

Frío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora