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Durante la semana siguiente, Sanji intentó evitar a Zoro tanto como fuera posible. Lo único en lo que podía pensar cuando lo vio fue en el estúpido matrimonio falso, y eso no era bueno para su presión arterial.
Pero cuando pasas todos los días con las mismas personas en un barco relativamente pequeño, es difícil evitar a alguien.
En cada comida,estaba allí , luciendo engreído y probablemente amando cómo había logrado humillar a Sanji, incluso si actuaba como si no le importara. Cuando el rubio estaba lavando la ropa, lo mismo. ¡Incluso durmieron en la misma habitación!
Entonces, el ojiazul había estado esperando llegar a tierra y bajarse del barco. Finalmente podría tomarse un maldito descanso del marimo y su cara estúpida y su estúpido apellido.
En el silencio de la noche, cuando todos los demás dormían y el chef yacía completamente despierto en su litera, podía admitir que tal vez sus sentimientos acerca de compartir el apellido de Zoro no eran tan claros.
Odiaba que la gente asumiera cosas. Mirándolo y pensando que sabían todo sobre él, todo sobre quién era . Como si la ropa que vestía y su forma de actuar tuvieran que significar que era raro de algún modo.
Pero esa ni siquiera fue la peor parte.
Sintió algo cuando leyó a Roronoa Sanji en los periódicos . Algo que no fuera ira o disgusto. Y cuando la gente en la calle lo felicitó por su matrimonio, una parte de él también sintió algo.
intentó enterrar esa parte de sí mismo lo más profundo posible, negándose a examinarla demasiado de cerca por miedo a lo que pudiera encontrar.
Incluso peor que todo eso era que a Zoro claramente no le importaba en absoluto. Había estado tan indiferente como siempre, pareciendo no entender cuán importante era esto para Sanji.
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Un día, por la mañana, Usopp alertó a todos que se estaban acercando a tierra.
Era una pequeña isla de verano, y Sanji esperaba felizmente tomar el sol, sin Zoro cerca de él.
Por supuesto, debería haber sabido que no tendría tanta suerte.
Luffy simplemente no podía evitar meterse en problemas. Alguna vez. El cocinero estaba seguro de haberlo buscado y se debatía entre amar u odiar esa cualidad en su capitán.
