-One Shot-

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A/N: Este oneshot fue coescrito por Saliient91 y Taliesin19 para la Colección Flowerpot Garden. Gracias a Nauze y Petrificus Somewhatus por su trabajo beta.

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En general, sería correcto suponer que una tormenta eléctrica es una de las cosas más aterradoras en la vida de un niño pequeño, especialmente la de un niño de cuatro años. Sin embargo, en el caso de Daisy Marguerite Potter, cualquier suposición sería categóricamente falsa.

La niña estaba, en la actualidad, observando la tormenta con asombro de ojos abiertos, prácticamente vibrando con energía mientras rebotaba de ventana en ventana, haciendo todo lo posible para no perderse nada.

Un relámpago brilló brevemente en el horizonte y el patio trasero cubierto se iluminó. Era el lugar perfecto para ver al aire libre, siempre cálido y seco gracias al exquisito encanto de la esposa de Harry.

"Papi! ¿Lo viste? ¿Lo hiciste? ¿Lo hiciste?"

Daisy se precipitó desde la ventana a su papá. "Estaba allí, allí, allí, y allí!" Señaló cada ventana, cuatro grandes paneles que iban de techo a piso, negando el acceso a los elementos.

Harry había sido lo suficientemente inteligente como para cambiar a una cubierta cerrada. Recordó la última vez que se sentaron aquí y habían visto una tormenta. Su hija de tres meses y algunos extraños había arrancado y comenzó a saltar en charcos, chillando de alegría cuando la lluvia cayó y empapó completamente las pequeñas partes de ella que el salto de charco no había. Lo había pensado muy divertido, y con un encanto cálido en ella, había poco de qué preocuparse. Una taza de cacao caliente después de vapor encantado para remolinar en las formas de varios animales hechos para un gran tiempo de papá-hija. Harry apreciaría ese recuerdo por la eternidad.

"Vi, cariño, lo vi", dijo, sonriendo con cariño mientras su hija se recuperaba en las ventanas, con los pies apenas tocando el suelo.

Ella chilló de alegría cuando el trueno volvió a retumbar. Sus dos palmas presionaron contra el cristal mientras miraba hacia afuera, la cabeza se lanzaba, siempre mirando, escaneando, buscando el próximo destello.

"Papi", llamó su hija.

Su nariz estaba presionada contra el cristal, pero podía imaginar la cara arrugada y el ceño fruncido por su tono de voz solo.

"Sí?" Harry respondió con diversión, teniendo una fuerte idea de lo que estaba a punto de exigir.

"Haz que sea un trueno! Quiero escuchar BOOM!" gritó la última palabra en voz alta, sin quitar los ojos de la ventana.

"Lo siento, flor, pero tendrás que ser paciente y esperar." Casi se rió mientras lo decía. ¿Decirle a un pequeño helión que sea paciente? Tendría mejor suerte diciéndole a la tormenta que se fuera.

"Pero lo quiero!" se quejó petulantemente, con el talón pisando fuerte mientras se daba la vuelta. Su labio comenzó a temblar, y él sabía que tenía que cambiar de táctica.

"Qué tal si vienes a sentarte conmigo?"

Su puchero no se disipó.

"Te contaré una historia, y puedes ver desde el regazo de papá. Cómo suena eso?" dijo, su voz ligera y esperanzadora.

"Está bien", gritó Daisy, su ceño fruncido desapareció mientras saltaba y se arrojaba contra él.

Harry le sonrió y la levantó. Teniendo a su niña abrazada en su regazo, su cabeza presionada contra su pecho mientras sus manos la acariciaban con amor y jugaban con su cabello, era casi lo más relajante para su alma. Sabía que algún día ella se haría demasiado grande y ya no estaría tan dispuesta, por lo que aprovecharía estos preciosos momentos mientras pudiera.

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⏰ Última actualización: Feb 03 ⏰

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