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Mick

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Mick.

No era capaz de procesar el accidente. No me sentía presente en el lugar, mi cuerpo estaba ahí pero mi cabeza divagaba entre los recuerdos. Era irreal. Múltiples veces tuve que mirar alrededor para acordarme que me encontraba en la sala de espera de un hospital.

Subía y bajaba mi pierna con frenesí. No recuerdo hace cuando tiempo llegué al hospital, ¿horas, quizás?

Estoy convertido en una mezcla de emociones negativas. Cuando pregunté por ella dijeron que había entrado a cirugía de urgencia.

Por más de 8 horas se encontraba dentro del quirófano.

Mi melliza.

Mi hermanita...

Negué con la cabeza borrando ese maldito pensamiento que me acosaba cada segundo que pasaba. Junte mis manos intentando disimular el temblor en ellas.

Hace no sé cuánto tiempo habían llegado algunas personas de Ducati, pero no me digné a hablarle ni nada, tampoco a un amigo cercano de Nicole, Fabio Quartararo. No deseaba ver a nadie más que no fuera mi hermana.

Porque yo la volvería a ver. Y si... Y si ella se iba yo me arrastraría con ella. Vinimos juntos al mundo, entonces nos iríamos de igual manera.

Estaba yéndome hacia la fábrica de Mercedes cuando escuché del accidente. Ni siquiera lo pensé cuando tomé ese vuelo a Francia. No había nada más en mi cabeza que la imagen de Nicole rodando por el suelo y chocando contra su propia motocicleta, su cuerpo tendido, inmóvil en la grava, las telas cubriendo su cuerpo, las personas subiéndolas al helicóptero.

—Por Favor —imploré a la enfermera detrás de la computadora. Perdí la cuenta de las veces que me paré para hacer la misma pregunta. —, cualquier noticia sobre ella.

Estaba más que seguro que la enfermera se estaba hartando de mí pero necesitaba saber, cualquier cosa sobre su estado.

Mis ojos expresaba desesperación y mi rostro preocupación.

—Mire señor, como ya le dije las veces anteriores...

—Familiares de Nicole Schumacher. —la interrumpió una chica joven vestida con el uniforme color celeste claro, guantes de látex, y ese gorrito que usan los que entran en quirófanos.

—Soy su hermano. —corrí hacia ella. Sentí como las personas de Ducati venían también pero quedándose hasta atrás. No me importaba ellos, solo quería saber sobre Nicole.

Ella hizo una seña para que tomara asiento. Pensé lo peor. Mis ojos volvieron a humedecer y por un momento mi corazón se detuvo. Las piernas me fallaron y sin poder evitarlo caí sobre el asiento.

—¿Ella... —mi voz tembló. No pude evitar sentir un nudo formándose en mi garganta al intentar decir la palabra.

—Su hermana sufrió múltiples lesiones físicas a causa del accidente —comenzó diciendo con una voz compresiva. Se sentó en el borde de la pequeña mesa frente mío. Las primeras lágrimas comenzaron a salir. —. Acaba de salir de quirófano.

𝑌𝑜𝑢 𝑎𝑟𝑒 𝑈𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora