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3 meses después

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3 meses después.
Berlín, Alemania.

Estoy totalmente destruida.

Las gotas de lluvia chocaban con la ventana de mi habitación y la nubes negras oscurecían el interior. Deslizaba mi dedo por el frío vidrio siguiendo la caídas de las gotas como cuando era una niña. Recuerdo que junto a Mick siempre escogíamos una gota cualquiera y jugábamos carrera.

Amaba ver la lluvia, esa sensación de paz y tranquilidad que me producían era algo que simplemente lo adoraba, como el clima se enfriaba convirtiéndolo en un día perfecto para quedarme en casa con Rocky, vistiendo mi pijama con una de mis adoradas pantuflas en forma de animalitos. Ahora lo único que me producían era tristeza, igual a mi vida desde hace tres meses.

Cuatro costillas fracturadas. Fractura del brazo derecho, en el cúbito y radio. Pierna izquierda rota. Desgarramiento completo del tendón de Aquiles izquierdo. Dislocación de la rotula izquierda. Desgarro del cuadricep derecho. Magulladuras y raspones en casi todo el cuerpo. Desgarro en el tejido blando de la cadera. Inflamación de las articulaciones facetarias en la región cervical de la columna.

Lo único bueno— si así puedo decirlo —es que mi cabeza salió totalmente ilesa si ignoramos las raspaduras ya invisibles.

Pura mierda.

He estado encerrada en mi departamento desde que salí del hospital y me vine a Alemania. No salgo a la calle ni tampoco me puedo levantar tanto, solo para mis secciones de fisioterapia. Las únicas veces que tengo permitido salir es para ir con mi doctor. Es una tremenda tortura.

No puedo mover tanto por mi pierna izquierda y también mi brazo aún enyesado, si quiero moverme de un lugar a otro tiene que ser en una maldita silla de ruedas.

Salí de mi desenfoque cuando tocaron la puerta. —Pasa. —mire por el reflejo del vidrio empañado como Blair entraba a la habitación.

—En unos minutos llegará tu hermano para ir al doctor —aviso. Se acercó hasta donde estaba y se sentó en la otra silla. —. También me pidió que te dijera que prendas tu teléfono.

Su cabello castaño se encontraba atado en como siempre, en un moño desordenado con algunos mechones semi-ondulados cayendo sobre su rostro. Y utilizaba uno de sus suéter blanco cuello alto.

Blair es mi enfermera. Bueno, su trabajo es ser mi enfermera pero se convirtió en mi amiga, ha estado conmigo desde el hospital en Francia. Me contaron que fue ella quien me hizo las compresiones, quien me mantuvo con vida el todo el traslado al hospital. No recuerdo nada pero sí, cuando estaba en el hospital de Francia y no dejaba que nadie más me controlara a no ser que sea Blair—ya que era una residente en el hospital de Francia—.

𝑌𝑜𝑢 𝑎𝑟𝑒 𝑈𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora