📍02 de septiembre- Hogwarts.
Me toco en la casa de los peores en quiddich, Draco tenía literalmente la snich en la cara y no la agarro. Nisiquiera se del deporte pero se veía fácil en mis ojos, era solo volar en una escoba y batear pelota o buscar una esfera pequeña, con alas y de color dorado.
Estaba camino a mi castigo, con un blazer negro y audífonos, se me veía descontenta, primer día de clases y ya estaba castigada, por lo menos no era una expulsión pero tenía que cuidarme de Quejicus.
Al entrar a la enfermería Estaba bastante tranquila, pensé que iba a estar llena de personas por todos los accidentes que ocurrieron en el quiddich , pero solo había alguien en una camilla, estaba tapado con una manta hasta los ojos y dejaba ver su mano, tenía un anillo de sol en el dedo índice.
No le di importancia a la persona, solo me puse a ordenar las cosas hasta que vi la nota de la enfermera
"Dale de comer al joven de la camilla cuando despierte, no le hagas preguntas puede estar sensible."
Arrugue la nota y seguí haciendo mis cosas hasta que escuche unos balbuceos desde la camilla me acerque y me senté en la silla junto a esta y me saque mi blazer. Mi vista me guió hasta su anillo, era muy lindo y parecido a uno que tuve de niña, solo que ese era de estrella, se veía que el chico tenía dinero por el precio aproximado de su anillo.
- ¿Q-quien esta aquí?
Su voz era débil, no pude evitar sentir un poco de compasión por el, tome su mano de y deje una caricia en ella, para que volviera a dormir, era una técnica que se aplicaba en los bebés y aprendí a hacerla por Dani.
- Nadie importante.
Dije en voz baja aun acariciando su mano, se veía que de nuevo iba a quedar dormido, lo cual era bueno para no seguir distrayendome, intente levantarme pero el no soltó mi mano, me volvió a sentar de un pequeño tirón en mi mano, era un chico difícil.
- No.
Expreso el volviendo a acomodarse.
- Por favor.
Soltó mi mano, parecía estar en un sueño no muy profundo pero si parecía no entender nada de lo que pasaba en el alrededor.
Volví a hacer mi trabajo esperando a que despierte para servirle el desayuno, no sabia quien era, pero me estaba cayendo mejor.
( . . . )
Trabaje por dos horas llenando frascos, colocándoles etiquetas y acomodándolos hasta que escuche una voz detrás de mi ahora más fuerte.
- Parece que madame misteriosa vino a verme.
Rote los ojos, debía ser una maldita broma ¿Por qué siempre el?
- Donde están tus modales? Parece que no aprendiste ni a saludar
Tenía una sonrisa sarcástica en mi rostro, pero lo único que sabía es que Mis hermanas y primas iban a golpearme cuando les contará esto.
- por cierto que espantosa cantidad de ruidos haces mientras duermes.
- no puedes culparme, me duele el brazo.
- Eres como un bebé llorón
- Y tu eres una problemática
Voy a Fingir que no me dolieron sus palabras, solo me coloque los audífonos y seguí con lo mío, la sonrisa de ese idiota no se iba, estaba empezando a ser molesto.
- Vamos preciosa no te molestes te va a sac-
Le lanze mi bolso a la cara antes de que terminará la frase.
- Si sigues así no vas a conseguir novia, chico del tren.
Su sonrisa se hizo más grande y se saca el bolso de la mano
- mi nombre lo sabes, y sigues llamándome chico del tren, mira se que empezamos mal pero enserió quiero dejar de ser un idiota contigo.
- Ahora resulta que quieres eso, bien, como quieras.
Sentía su mirada penetrante en mi, parecía estar molesto con mis palabras, decidí hacerle caso a la enfermera hasta que recordé que tenía que darle de comer
- me dijeron que tenias que comer algo, entonces..¿Qué quieres?
- Fruta.
Dios este chico era más bipolar que yo, los opuestos se atraen pero el y yo somos iguales así que nos repelemos.
- tengo un durazno en mi bolsa ¿quieres?
-Te gustan los duraznos?
- Amo los duraznos.
Sonrió y asintió despacio, me acerque a él y le di el durazno, podía no ser tan malo este castigo.
- Gracias, Black.
Quede helada, ¿como sabia mi apellido? Mi nombre estaba bien pero mi apellido, no se me cruzo por la mente todos los rumores, bueno, que ridicules.
( . . . )
Iba saliendo de mi castigo me quedaban dos largos días de castigo por algo que no hice.
Fui directo a la sala común de Gryffindor para buscar a Izz o Anne, pero me encontré una chica pelirroja, parecía ser una Weasley.
- Hola Mack.
- Hola... no se tu nombre perdón.
- puedes decirme Sam o Samy.
- bueno, Sam ¿puedo contarte algo? No sé dónde están mis hermanas y necesito un consejo.
Asintió con una sonrisa
- bueno, el chico del tren ahora está en una camilla
- ¿¡Lo golpeaste?!
- No! Creo que se callo en quiddich o que se yo, bueno resulta que su actitud tan... no se se me esta haciendo un poco más... ¿atractiva? Y el es bastante guapo, para que voy a mentir,es una situación delicada.
- O sea estas pensando si te gusta o no?
Asentí.
- yo digo que te lo beses
Abrí los ojos con sorpresa a lo que ella solo río.
- es broma, yo creo que deberías ver que pasa con el tiempo, conozco a Berkshire y es un chico bastante caballeroso y amable pero eso no le quita lo Slytherin boy.
- Vamos al patio, siento que nos podemos llevar bien tu y yo.
Me dijo ella, asentí y me puse a pensar en sus palabras.
( . . . )
Al entrar a mi cuarto vi una pequeña canasta con una nota la cual no leí pero estaba llena de duraznos, arruge la nariz y sonreí.
La nota decía;
"Perdón por ser un idiota contigo preciosa.
Atte: El chico del tren."
La situación se estaba volviendo aún más delicada, un paso en falso y se arruinaba todo.
