[𝘌𝘚𝘊𝘌𝘕𝘈𝘚 𝘌𝘟𝘛𝘙𝘈𝘚 +18] 𝗪𝗘 𝗕𝗘𝗖𝗢𝗠𝗘 𝗪𝗘

V

Capitulo “V”
FANFIC: We become we.

AUGUST POV:

Alcé la cara para mirar a Enzo, el hizo lo mismo.
El brazo que tocaba uno de mis hombros se movió en dirección a mi mentón.

Y paso lo que quería desde el primer día.

Me empujó hacia el un poco, el se movió hacia mi, un suave y tierno toque con sus labios,
El cual fue rápido.
Subí mi mano y lo tome de la mandíbula, acercándolo nuevamente hacia mi y volvió a pasar.

Su brazo libre bajo a una de mis piernas. Podría decir que nuestros labios encajan perfectamente, lo cual es verdad.

Nuestras lenguas se enredaron como serpientes mientras el dejaba pequeños mordiscos en mi labio inferior, el definitivamente sabe besar.
La mano que tocaba mi pierna paso por debajo de ella, el movimiento hizo que inmediatamente levantara esa pierna. Entre abrí los ojos y Vi una sonrisa boba en su cara.

Tomo con fuerza mi pierna y me hizo subir completamente sobre sus piernas, ahora sus dos manos pasaban bajamente de mi cintura a mi trasero, dejando algo que describiria como un masaje.

Nuestro beso tierno y lento se convirtió en uno apasionado y rápido, tenía mis dos manos al rededor de su cara mientras hacía presión contra nosotros, deseando que esto nunca terminara.

Nos separamos por falta de aire, tenia la cara un poco más arriba que la de el.
Enterró la cara en mi cuello y fue dejando besos húmedos, mordidas y marcas muy notorias.

Así se ha de sentir el cielo.

Apreté los labios fuertemente para evitar dejar salir algún quejido.

Maldito teléfono, lo pondré en silencio de ahora en adelante.

Bajé una de mis manos, que por cierto, está temblaba. Y vagamente saque mi teléfono de mi bolsillo.

—Es Matías.— dije dejando salir uno que otro quejido en mi oración.
—Puede esperar.— dijo con una seductora voz ronca que fácilmente haría que cualquiera se corra.

Puse el teléfono en silenció y lo lance al sillón.

Dio un beso mejor que los demás, haciendome sacar un quejido.

Vagamente me lleve una mano a la boca. Cuando Enzo tomo mi brazo y lo bajo.

—¿No me vas a dejar escuchar lo que provocó en vos?— dijo con la misma voz ronca de hace unos momentos.
Combinándola con su acento Uruguayo, fácilmente podría ser yo la que se corra.

Puso ambas manos en mi cintura y me recostó en el sofa, tenía el teléfono a unos centímetros de la cara y lo sentía vibrar.

Una de sus manos subió y pasaba vagamente por mi cabello haciendo movimientos que describiria como un masaje.

Enrede ambas piernas por su cuerpo y lo acerque más a mi.
Tenía ambas manos al rededor de su cuello haciendo presión contra nosotros.

La mano que hacía en mi cabello bajo nuevamente a mi cintura levantándome del sofá.

—¿Vamos a mi cuarto, chiquita?
Me dijo con una voz ronca susurrandome al oído.

Rápidamente asentí con la cabeza. Del placer no podía ni hablar.

Se levantó del sofá conmigo en brazos mientras nos besábamos.
Tenia ambas piernas enrolladas en su cuerpo.

Mientras nos acercabamos a su habitación levantó de mi camisa dejándola tirada en el pasillo.