+18
(Basado en en rol actual)Estoy estresado.
Muy estresado.
¿Pero como no iba a estarlo si tenía que organizar una malla repleta de subnormales?
Obviamente recordaba mis épocas como superintendente, pero vivirlas de nuevo se me está haciendo más pesado de lo que recuerdo.
Tal vez era porque ahora tenía más gilipollas en el cuerpo que vigilar, o por la falta de comisarios que me hagan más llevadera la faena. Porque sin exagerar las personas con más experiencia y confianza que tenía eran Freddy y Gustabo.
Normal que estuviera tan estresado.
Además este trabajo era más exigente de lo que recordaba, no sólo a nivel de horarios (ya que cuando volví a este puesto había asumido que las horas de descanso se iban a volver nulas). Si no que también es muy exigente físicamente, después de pocas semanas de volver a mi jornada estoy agotado.
Me duele la espada como no sabía que podía dolerme, me duelen los pies de andar constantemente en movimiento (aunque sea en z) por toda la ciudad, tengo la garganta echa mierda por los gritos y me palpita tanto la cabeza que siento que me va a explotar.
Por lo que después de aguantar una queja por las idioteces de Inodoro por décima cuarta vez, mi paciencia se llegó a su puto límite por lo que me di la vuelta y me dirigí a mi despacho antes de que matara a al primero que se me pusiera delante.
Cuando llegue por fin a mi despacho azote la puerta con tanta fuerza que me sorprendería que no se haya escuchado en toda la comisaría. Y apenas entre, prácticamente me tire en mi silla, que era lo único cómodo en este despacho.
Hace días que no estaba en un sitio donde sentarme no implicara que me doliera el culo, y mucho más tiempo en un lugar sin silencioso donde no tenía que escuchar a gilipollas que con suerte tenían la suficiente inteligencia para no cagarse encima.
El suspiro de alivio involuntario que solté al darme cuenta que al fin podía tener un momento de paz me confirmó lo mucho que necesitaba esto, por lo menos por un rato.
Si Gustabo me viera ahora mismo seguro diría sus típicas gilipolleses de que ya estoy mayor para este trabajo o que sería hora de que me jubilara, incluso hace pocos dias cuando dije que tenia suficiente de este trabajo le escuché decir que él sería el nuevo superintendente. Prefiero estar en este puesto toda mi miserable vida antes de ver eso, destrozaría la malla y a si mismo.
Sacudí la cabeza con el último pensamiento, no me permitiría nunca que eso pasara, sobre mi puto cadaver.
¿Bueno, en donde estaba?
A si
Puto subnormal
Después de todo lo que habíamos pasado (pero sobre todo lo que habíamos echo) todavía se atrevía a llamarme abuelo o hacer comentarios sobre que no se me paraba, cuando ambos sabíamos muy bien que no había ningún problema con eso.
De echo la primera vez que lo hicimos fue por eso mismo, por raro que parezca.
Estamos hablando tranquilamente en mi despacho.
Bueno eso no me lo creo ni yo
En verdad estamos discutiendo, o mejor dicho yo estaba gritándole en la cara lo harto que me tenía y los dolores de cabeza que me daba mientras él me miraba como siempre que me sacaba de mis casillas, como si le hiciera gracia que la vena de mi cuello sobresaliera.