Capítulo 7 recuerdos.
De pequeña había sido una niña delgada muy , muy delgada , tanto que todos en la escuela se burlaban de mi llamándome esqueleto.
Eso me convirtió en una niña frágil y tímida, mis padres eran religiosos así que no me fue difícil que Talia apareciera .
Una niña a la que solo le importaba que Dios me amara .
Además me hice amiga de Isaac pues el siempre me apoyaba en todo .
Un día fue al parque de diversiones , pero allí solo fue blanco de más burlas , pues era demasiado pequeña y flaca para subirme a barias atracciones .
Todos se rieron y yo salí corriendo para esconderme detrás de una camioneta que vendía algodón de azúcar, para llorar .
Fue entonces que Florencia apareció, ella me hizo pensar que debía ser menos delgada para ser hermosa.
Comencé a comer y a comer todo el día, hasta que comencé a engordar tanto que mis compañeros ahora me llamaban bola de grasa .
Hasta el día que ese chico me lanzó su refresco en el restaurante, me venge .
Pero entonces apareció Orel un religioso obsesionado con la limpieza, pues yo siempre estaba muy sucia .
Hasta el día que me sacaron a rastras del baño .
Finalmente llegó la esbelta Lyla , con ella me obsesione con bajar de peso, tanto que llegue al punto de tener anorexica.
Por eso ese día Isaac me había dicho que me veía terrible, solo me quería ayudar, pero aun así le di esa cachetada .
Seguí asiendo ejercicios hasta que me desmaye en el gimnasio, y finalmente tuve un ataque nervioso en mi habitación.
Mis padres se dieron cuenta de que estaba mal así que me enviaron a la clínica, para que me recuperará.
En ese lugar me ayudaron y así me convertí en la chica que era ahora .
Ahora sabía porque mis padres eran tan estrictos conmigo, solo estaban preocupados .
Después de terminar mi charla con el doctor, salí de la clínica.
Y comencé a caminar por la calle .
No me importaba todo lo que me había pasado , ahora estaba mejor y sabía quien era.
Ahora solo tenia que hablar con mis padres y disculparme con Isaac.
Pero aun así me sentía bien .
Pues sabía quien era .
