𝗮𝗳𝘁𝗲𝗿 𝗵𝗼𝘂𝗿𝘀, choso kamo.

𝗮𝗳𝘁𝗵𝗲𝗿 𝗵𝗼𝘂𝗿𝘀 ── quiet hands.

después de estar sellado durante 15O años, choso no podía mantener sus manos quietas.

especialmente cuando se trataba de ti.

los toques fueron inocentes al principio: las yemas de sus dedos recorriendo tus mejillas, sus nudillos rozando los tuyos, sus brazos rozándose cada vez que él caminaba demasiado cerca, y, con el tiempo, y con tu permiso, los toques se hicieron más frecuentes, prolongándose un poco más, explorando y familiarizándote con cuán tersa y suave era tu piel, cómo el aroma de tu cuerpo corporal te complementaba, se sentía biem tocar a otra persona.

después de más tiempo, choso comenzó a reflexionar sobre cuán hambriento había estado mientras estaba sellado, y sus manos errantes reflejaron esto, sus toques se volvieron más frenéticos: deslizándose debajo de tu camisa, amasando la suave masa de tus senos, su boca devorando todos y cada uno de los gemidos y súplicas que escapaban de los tuyos.

su obsesión por sentirte se volvió insaciable.

a través de algunas orientaciones, choso se convirtió en un experto en el tema de tú anatomía.

él sabía dónde tocarte, cómo te gustaba, qué preferías, con cada beso, cada toque errante, choso se deleitaba con las sensaciones placenteras que surgían con el contacto piel con piel, no estaba seguro de cómo había pasado tanto tiempo sin conexión física humana, y ahora que lo tenía, que lo había experimentado, no iba a dejarlo ir.

──¿Puedo tocar aquí? ── choso susurró una noche, el calor de su boca irradiando a través de la fina tela de tus bragas, sus ojos entrecerrados te miraron, sus mejillas sonrojadas y sus labios amoratados por el tiempo que ustedes dos habían estado besándose, podía oler tu excitación a través de la tela manchada, ya que se había formado una mancha húmeda sobre tu entrepierna, y su boca ya estaba salivando.

──Por favor, cariño, prometo ser un buen chico, lo prometo, lo prometo, lo prometo... sólo quiero hacerte sentir bien...── gimiendo, con el labio inferior sobresaliendo con un puchero.

──Solo quiero mostrarte cuánto te amo,  sabes que te amo, ¿verdad?... nunca amé a nadie más, nunca lo haré, lo mejor que me ha pasado en la vida eres tú y solo quiero demostrarte.