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- ¡¿Divorcio?!

- Así es, quiero el divorcio- Sentencio Enji.

Rei estaba totalmente impactada, no estaba horrorizada ante la perdida de todo lo que tenía gracias a su matrimonio, dinero, estatus, fama.

No, no podía perder todo eso y menos por una mujer que solo había llegado hace pocos días. Pobre ilusa creyendo que su matrimonio se mantendrá aún después de todas las cosas que habia  hecho.

Los más contentos con la noticias eran los hermanos, que apenas despertaron, escucharon  esa noticia tan buena, contentos a más no poder de que la Señorita se convirtiera en su madre.

Se cambiaban los pijamas rápidamente, listos para ir a la habitación de la Señorita para preguntarle si todo eso era cierto. Mientras tanto la señorita, ahora no tan señorita, se cubría con una sábana que había encontrado por la casa mientras, procesaba todo lo que había  pasado la noche anterior, sonrojada tremendamente ante los recuerdos de tan acalorada noche.

Ni ella sabía de dónde saco la energía para hacer ese tipo de cosas, en su vida había pensado en eso y tampoco tuvo el mayor interés, pero la noche anterior, de solo recordarlo quería morir de la vergüenza.

-¡Dejen de molestarme malditos, recuerdos!- Exclamó golpeando su cabeza con la pared suavemente.- Ay no, ¿Que hice? Esto no está bien.

Así ordenado sus ideas atravesó toda la casa hasta llegar a su cuadro, mientras rezaba pidiendo que ninguno de los niños hubiera escuchado lo que sucedió en la noche. Casi grita al ver que los niños ya se encontraban jugando en el interior del cuarto, por lo que fue en extremo cuidadosa en ni ser visitada en su condición actual.

Cabello desordenado y semi desnuda, luego de haber superado ese obstáculo, se dirigió a su cuarto y corrió al baño dónde procedió a darse una larga, muy larga ducha.

Se regañaba internamente por haber caído en tan tierna proposición, mientras miraba en el espejo su figura ahora llena de marcas de amor provocadas por aquel hombre en su arranque de amor y pasión la noche anterior.

-¿Qué demonios te sucede ___?, 500 años de pureza y castidad tirados a la basura solo porque...porque...un hombre te entrego su cuerpo y corazón de forma tan hermosa.

Sonrojada cubrió sus mejillas, recordando la hermosa imagen de Enji mostrándose gentil y tierna con ella en toda esa noche, fue cuidadoso, cuidando de ella y su comodidad en todo momento.

- Enji, en verdad eres un hombre sorprendente.

Y poniéndose manos a la obra, preparo un gran desayuno para toda la familia, preparando también las loncheras y almuerzos de los pequeños, salió de su cuadro vestida con un hermoso y delicado vestido celeste, descalza como de costumbre rumbo a preparar a los niños para la escuela.

Bajo al escuchar un gran portazo y maldiciones alejandose de la casa, así sonriendo sirvio en el comedor el gran festín.

- Niños, hora de desayunar!.- Llamo con alegría palpitante.

Los pequeño enseguida bajaron totalmente listos para ir a sus respectivas jornadas, sus ojos brillaron ante toda la deliciosa comida frente a ellos y Enji siendo el último, dejo  a sus hijos totalmente asombrados con la enorme dormida que llevaba plasmada en el rostro.

-¡¿Papá te vas a divorciar?!- Preguntaron al unisono, aunque ya sabían la respuesta.

Aún así querían escucharla de su propio padre, si el y su madre se divorciaban la Señorita podría convertirse en su nueva mamá, esa idea los emocionaba tremendamente, una mamá tierna y cariñosa que los ame con todo el corazón.

- ¡¡Es verdad!! - Exclamó Natsuo ante el silencio de su padre.

- ¡Es verdad, es verdad!, Señorita ahora usted puede ser nuestra mamá.- Celebro Fuyumi derramando un poco de jugo por accidente.

Con una sonrisa la Señorita limpio el mantel, dándole una pequeña caricia en el cabello a la linda pequeña, en un momento sintió un leve jalón en su vestido y al voltear su rostro se encontró con el pequeño Shoto, el cual la miraba con un adorable brillo en sus ojos .

- Por favor señorita, diga que si....mi papá no es tan feo.

Toda la autoestima de Enji, desapareció de un momento a otro, todo por ese pequeño comentario que lo destruyó por completo, ___ acarició sus hombros en señal de apoyo.

- Tienes razón Shoto, no es tan feo y debo informarles que ese asunto ya está resuelto, me haría muy feliz ser su madre desde ahora.
















- Con que no soy tan feo.- Dijo Enji mientras la abrazaba.

- Oh, vamos Enji, ¿que quieres que diga? ¿que, eres muy muy guapo, que adoro tus ojos y eres el mejor hombre en este mundo?.

- Tal vez podrías.

Ambos soltaron grandes carcajadas, Enji oculto su rostro en el hueco de su cuello, aferrándose a ella, tal vez temiendo que solo fuera un sueño y sonriendo cada vez que corroboraba que está era la mera realidad.

- Disfruta esto grandote, porque tienes muchas explicaciones que dar.

Ante el comentario, solo suspiro sin ganas de pensar en todas las preguntas y periodistas que lo esperaban al salir de su hogar, una de las cosas malas de ser una imagen pública y no solo a los medios si no que a su propia familia.

- No arruines el momento, solo abrazame fuerte y dime qué todo estará bien - Murmuro con falsa tristeza.

- No te preocupes, solo será por un tiempo y te dejarán en paz...pero....Rei ella me preocupa .- Confesó soltando un suspiro.

-¿Rei? Tranquila Nao divorciaremos y no volveremos a saber de ella, no tengo las energías de seguro con ella de ninguna manera.

La señorita, aún así seguía preocupada tenía un horrible presentimiento.

- " Tiene razón no debo preocuparme, pero aún así .... Un lobo es más peligroso cuando está acorralado".

Una mamá para los TodorokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora