Capítulo 8 •Bailes, risas y obviamente música• Maratón (3/3)

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Maratón (3/3)

Llegamos a casa de Hannah. Al bajar del auto, Niall tropezó con el borde de una de las escaleras que conducían a la casa de la pequeña; la cual se situaba en los suburbios.
Todos reímos por el "incidente" y avanzamos a la puerta, tocamos tres veces el gran pedazo de madera que separaba aquella hermosa casa de color blanco, con ventanas grandes, un lindo jardín y piscina del mundo exterior.

Nadie atendió en los primeros 3 golpes así que Louis insistió, pero esta vez con 8 golpes rápidos seguidos de un «Hannah, llegaron tus payasos saltarines» Vimos que una pequeña bola de pelos se asomaba por una diminuta ventana: Poki, el perrito Silky Terrier (su raza) husmeaba con su negra nariz nuestra llegada para luego comenzar a ladrar de felicidad pues amaba a Zayn aunque este no prestara tanta atención a los juegos de la bola de pelos.

Se escucharon unos pasos aproximarse a la entrada y la puerta se abrió dejando ver a Ellin, la enfermera de Hannah. Esta nos sonrió e hizo ademán con la mano para que entráramos en la acogedora pero lujosa casa. Nos indicó que nos sentáramos y esperásemos mientras iba por Hannah quien se encontraba en su cuarto ubicado en el segundo piso.

-Mira, ahí viene Poki. -señaló Liam al pequeño animal que venía a trote para abalanzarse sobre Zayn.

-Oh, ¿Por qué a mí? -bufó el moreno mientras Poki ponía sus patas delanteras en el pecho de este y sus patas traseras se apoyaban en su vientre bajo.

- ¿Huelen eso chicos? -preguntó Niall.

-Es el olor del perfume de Hannah, silencio ya se acerca. -exigí.

Dios estaba preciosa, un hermoso vestido de flores azules y violeta adornaban su cuerpo parapléjico junto con unas sandalias primaverales y su mayor atributo: el cabello de la nena caía hasta la cintura con unas suaves ondas y el color de este iluminaba su rostro de una manera majestuosa.

- ¡Hola chicos! -saludó sonriente bajando de la silla salvaescaleras con ayuda de Ellin.

Me incorporé para ayudar a Ellin a pasar a la pequeña de la silla que la ayudaba a bajar las escaleras a su silla de ruedas decorada con minúsculas flores en el espaldar y su cojín color rosa. La enfermera de unos 43 años agradeció con una sonrisa y cuando la princesa Hannah estuvo acomodada en su trono, rodeó mi cuello con sus bracitos y depositó un suave beso en mi mejilla.

Los demás se acercaron y abrazaron a nuestra fan número uno, pero hubo algo que sorprendió a Hannah e incluso a mí: Liam sacó de su espalda un gran oso de peluche color Tan el cual tenía un gran lazo morado atado al cuello y lo obsequió a la nena. La duda de dónde lo consiguió tan rápidamente y sin darme cuenta, aún sigue en mi cabeza.

- ¡Liam! -exclamó Hannah- así se llamara y dormiré con el siempre, lo prometo.

Liam hizo puchero reflejando ternura y todos dejamos escapar el típico «Awww»

-Tu madre, ¿está? -inquirí, mirando a Hannah.

-La señora no se encuentra en casa por el momento -contestó Ellin-, pero aquí estamos Elsa y yo para cualquier cosa que necesiten.

-Gracias -dije amable-, solo lo preguntaba porque queríamos saludarla; ella siempre es muy especial con nosotros.

-Está bien, lo entiendo. Les diré saludos de su parte a los señores -dijo Ellin-. ¿Desean algo de tomar?

-Unas sodas estarían bien, gracias. -respondió Zayn.

Una vez Ellin desapareció por el pasillo, todos miramos a la nena con cara divertida como queriendo tramar algo.

Y así lo hicimos; Louis sacó un par de cosas del auto (que no sé de dónde las trajo, al parecer estoy muy elevado últimamente) y las dejó caer en el piso haciendo un gran escándalo, por suerte habíamos ido a la habitación de Hannah.
Liam inflaba globos, Niall hacía burbujas, Zayn buscaba en su repertorio música nuestra y de High School Musical debido a que la pequeña también poseía un amor hacia Zac Efron. Por mi parte, ponía collares de perlas, boas de plumas, anillos y pulseras en el cuerpo de la nena, ésta me sonreía de oreja a oreja. Quisiera que siempre estuviera así: feliz, animada. Quisiera poder ser su doctor y luchar para que esa discapacidad no atormentara más su vida pero... Pero mientras existiera este idiota y sus amigos idiotas haría lo imposible por hacerla reír.

-Permiso, ¿puedo pasar? -era la voz de Elsa, la ama de llaves.

Todos corrimos a ponernos lo más inocentes que nos fuera posible (aunque supongo que Elsa y Ellin sabían muy bien que enloquecíamos cuando los padres de Hannah no estaban).

-Adelante -dijo Louis imitando voz de militar. Hannah soltó una risita.

Elsa entró y echó un vistazo a la habitación, hizo cara de buen gusto y nos guiñó un ojo para luego dejar las sodas en el tocador y marcharse por la puerta.

-Bueno -dijo Louis- ¡Que estamos esperando! ¡¡Dj Malik suéltalo!!

Zayn hizo un movimiento con los brazos algo extraño y la habitación se llenó de bailes, risas y obviamente música.

«Yeah, so tell me girl if every time we» cantaba éste ruloso narrador, dirigiéndome a Nana la banana (que era el apodo que le había puesto a la pequeña)

«To-o-uch
You get this kind of, ru-u-ush
Baby say yeah, yeah» respondía ella, mientras hacia un adorable baile en su silla.

«If you don't wanna, take it slow
And you just wanna, take me home» canturreaba Louis dando un ligero toque en la nariz de Nana con su dedo índice.

«Baby say yeah, yeah» gritaban todos mientras meneaban las pompis*.

«And let me kiss you» corrí en dirección a la pequeña pues se había ido a los brazos de Liam para que la cargara y le "robé" un beso en el cachetito, automáticamente su rostro se tornó rojo lo cual la hizo ver más hermosa de lo normal.

Pasaron un par de canciones más y llegó la canción favorita de Hannah: Can I Have This Dance de HSM3.

Hicimos una fila para poder bailar una pieza de la canción. Mi turno fue primero.
Me acerqué lentamente haciendo una reverencia la cual me hizo recordar a Marcella y sentí que apenas terminara éste bello encuentro debía llamarla. Nana sonrió y extendió su manita derecha para que la tomase y lo hice.
La silla dificultaba nuestro baile así que alcé a la nena y pedí el favor a Liam que moviera el transporte de Hannah de nuestra pista. Estábamos frente a frente, luego la pequeña recostó su cabeza en mi hombro y escuchamos unas quejas: "Llevas media canción, es nuestro turno" o "No traiciones a Marcella" incluso "Harry te tengo entre cejas" Reí, pero al oír el nombre Marcella, Hannah levantó su cabeza para mirarme con el ceño ligeramente fruncido.

- ¿Quien es Marcella? -inquirió ella. Mierda, Louis no puede ser tan sapo*.

-Ehhh, Marcella es una chica que conocí mientras estaba de viaje en Tokio. -medio sonreí.

-Mmm -sonó pensativa- ¿Debería preocuparme por ella? La observé un poco extrañado pero luego supe que se estaba dirigiendo a Louis el sapo*.

Giré mi cabeza y vi como él asentía con la cabeza, subiendo y bajando sus cejas. Hannah se volvió a mi.

-Muy bien, yo también he estado viendo a un chico.

Sentí como una gran bola de humo salía por mis oídos.

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*Pompis: Nalgas de una persona.
*Sapo: Persona que acusa o delata a alguien, o da información secreta acerca de algo.

LA AZAFATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora