Life's a rollercoaster

La chica

Después de una rutina de merecidos ejercicios pude regresar a mi habitación, lo único que me despeja la mente siempre es hacer ejercicio, estar en un estudio componiendo o lo más importante escuchar la risita del amor de mi vida, mi pequeña princesa, mi hija Julew. Caminaba lo más rápido que podía para llegar a la habitación sé que Ryan estaba ahí cuidándola, pero sentía que algo no iba bien algo extraño estaba pasando.

En el momento que abro la puerta, número uno: Ryan no estaba ahí; número dos: Julew tampoco estaba; número tres: Deje de respirar por casi 5 segundos. Salí corriendo por el pasillo y lo veo a él, al que en este mismo momento tendrían que llamar a la policía, voy a cometer el crimen más grande del mundo.

-¡¿Dónde está mi hija, idiota?!- por la expresión que puso supe que él también estaba desesperado-

-Llevo buscándole como 2 horas cuando llegue no había nadie en la habitación, te fui a buscar y lo único que conseguí es saber q te habías ido a no se bee*p, y sin Julew, la estamos buscando por todo el hotel- fue lo único que dijo cuándo suspiro mirando a mis espaldas pero esperen también tenía un brillo de admiración en sus ojos, esto estaba más que raro me di la vuelta, lo que no tenía crédito una desconocida y mi hija estaban ahí tan felices, lo único que dije fue:

-¡Tú!- la señale descargando toda mi ira- ¡Y tú! –Apunte a Julew- ¿Dónde demonios te metiste? Te he dicho que nunca salgas de la habitación sola –grite, solo podía ver todo lo que pasaba cegado por la preocupación y la ira que tenía, es decir lo veía todo de color - No sé en lo que estás pensando a veces me haces perder la cabeza –grite más fuerte- Y si señorita estas...-y me interrumpió-

- ¿Estas qué? Idiota, no le grites, si quiera piensas algo coherente –me empezó a gritar- La estas asustando es solo una niña.

- ¿Y tú quién te crees para hablarme de esa manera? – y ahí estaba la gota que derramo el vaso, porque vi cómo me quería pegar sin dejar a duda que sabía cómo-

- ¡Coglione! Sabes quién me creo para hablarte así – toma a Julew en mis brazos, me fulmina con la mirada- ¿Cuándo aprendas a tratar con la gente estrellita idiota con el ego subido podrás entender lo que a tu hija le pasa? –me empuja lo más fuerte que pudo, me quede en shock, entra a mi habitación por unos minutos y sale con el mismo paso que entro-

No podía ni articular una palabra todo lo que ella me dejo, un nudo difícil de desatar se me formo en la garganta, que acababa de hacer... A veces, que digo a veces, siempre soy el que comete errores lastimando a las personas que amo, para este mal no hay ni cura, ni tratamiento. Lo único que alcance a oír mientras me recobraba de las palabras de aquella desconocida, fue a Ryan.

-Acabo de ver a la mujer de mi vida gritarte e insultarte no se en que idioma, pero te juro que esa mujer va hacer la madre de mis hijos-decía mientras miraba por donde se habían ido- ¡Qué mujer! –Es lo último que oí que dijo, salí corriendo para alcanzarlas pero solo recibí un portazo en plena cara-