capítulo uno.

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Y ahi estaba yo, con todas mis cosas en la calle, sin saber a donde ir.

Si, me habian corrido de la casa donde estaba..

¿Por qué? Fácil, no tenia dinero para pagar en ese momento.

✡✡✡

Solté un suspiro, tomé las maletas y empecé a caminar, ¿A dónde? A donde me lleve el viento, o en las bancas de algún parque, o en algún lugar donde vender mis órganos.

Agradecía a dios que apenas fueran las nueve am, si fuera más tarde tendría asegurado dormir en la calle.

Paré en una tienda para comprar una botella de agua, la cajera me miro como si fuera un bicho raro. Si, ya se que no es normal ver a un chico con maletas andar en la calle, pero tampoco es como si fuera un elefante que habla y camina en dos patas paa que me vieran asi.

Pague y sali casi corriendo de ahi.





Era ya de noche, estaba en una calle solitaria.
Al pasar por unas calles pide ver como en un poste de luz estaba un anuncio de una casa en renta ¡lo que necesitaba!

Me acerque bien y leí, el anuncio decia. "Se renta casa a $50 dolares mensuales" al leer eso supe de inmediato que era una estafa, una casa a ese precio en estos tiempos. Ni un niño se lo cree.

Aunque.. no perdia nada con ir a verla, ¿no?
Arranque el cartel y seguí la dirección que indicaba.

Al llegar pude ver un montón de casas pequeñas, eran bonitas. El lugar me daba buenas vibras, se podia observar algunos gatos bien cuidados andar por ahí, observe a una persona saliendo a darles de comer a esos gatos.

Pensé que seria una de esas casas, pero no.
Si seguía la dirección llegaría quizá a la última casa que estaba en la calle.

Y así fue, llegué a la última, una casa con paredes pintadas de blanco, el techo color verde oscuro, las puertas de color marrón y de madera.

Bonita. A mi parecer, toque la puerta pero nadie abrió, estuve tocando un rato más, pero nada.
Solo conseguí que gatitos negros se acercaran a mi, maullando como si no hubieran comido en en un mes, pero se veian de un pelaje saludable y con la pancita llena.

Asi que simplemente me aleje de ahi, aun con mis pesadas maletas y me dispuse a salir de ahi. Pero la casa que estaba un poco arriba, abrió sus puertas y un hombre algo joven salio.

- oh, chico ¿vienes a ver la casa -- pregunto sin más. Alcé una ceja. -- eh.. si. Y buenas noches.. -- saludé. El hombre sonrió. -- ¡Pero que modales tengo! Jajaja, disculpa, buenas noches. Si deseas vamos a ver la casa ahora, veo que estas en apuros. -- miro mis maletas, a lo que asentí.

El hombre saco unas llaves de adentro y cerro la puerta de su casa, caminamos hacia abajo y el hombre abrio la puerta de aquella casa.

La casa aparentaba ser pequeña pero al verla por dentro, veías que era grande. El hombre prendio las luces y pude ver el piso de madera reluciente, la casa amueblada. El hombre me invito a pasar, y así lo hice, entré y pude ver más la casa. La cocina era algo pequeña pero tenia el sufciente espacio, la sala era igual, solo que un poco mas grande y con sillones, solo el lugar que ocuparia la televison estaba vacio. Habían dos habitaciones más y una mesita, y en la pared había espacio suficiente como para poner una television.

Al llegar a la última puerta, el hombre suspiró y lentamente abrio la puerta. Intento prender las luces de la habitacion, pero no prendieron, revise con la mirada si el foco estaba en su lugar o estaba roto, pero no, el foco estaba en su lugar y se veia nuevo. El hombre volteo a verme, pero con otra expresión, ya no era la expresión feliz con la que habia estado todo este rato, era una expresión de preocupación y miedo, cosa que me confundio.

-- mira chico,, -- carraspeo. -- es mejor que no duermas en esta habitacion, es más, ni la habras, ¿si? No preguntes por que. -- ¿bien? -- alcé una ceja.

El hombre me sonrió y me pego levemente en el hombro, cerro la puerta y entramos a la sala. -- ¿y bien? ¿te gusto la casa? ¿la rentaras? -- dijo juntando sus manos. -- ¿en serio? ¿No es una broma? -- alcé la ceja. El hombre rió. -- ¿cómo por qué sería una broma? chico -- pues.. el precio es bajo, considerando el tamaño y condiciones de la casa. -- el hombre rió más fuerte. -- solo intento ayudar a personas como tú, de bajos recursos que no pueden pagar una casa decente. -- sonrió.

Hice una cara de indignado para mis adentros, me acababa de decir pobre prácticamente, o sea si lo soy, pero solo yo me lo puedo decir.

- bien.. pero. -- ¿pero? -- pero por el momento no tengo los primeros cincuenta dolares... -- el hombre rio. -- no te preocupes, puedes estar aca primero un mes y despues me pagaras. -- me dio un golpe leve en el hombro, en forma de decirme tranquilo. Dio la vuelta y se dirigio a la salida.

Yo lo acompañe, al estar enfrente a la puerta recorde que en ningun momento le pregunte su nombre.

- eh.. disculpe, ¿su nombre cual es? -- dije sonriendo. -- Sailub ¿y el tuyo? -- me devolvio la sonrisa. -- oh, lindo nombre, yo me llamo Pavel. -- que lindo nombre! Bueno, me tengo que ir ya, mi esposo me esta esperando. -- dijo saliendo de la casa.

Me quedé ahí parado un rato, intentando entender lo que me habia dicho, ¿esposo? ¿No era esposa? Y no era que fuera homofóbico o algo, sino que me sorprendió.

A lo lejos pude ver como un chico algo bajo y delgado lo recibia con los brazos abiertos en la entrada de la casa. El chico puso su vista sobre mi y después de hablar un rato con el nombre, prácticamente colgando de su cuello. Me sonrió antes de entrar con él a la casa.

Yo cerré la puerta y me fui a sentar a la sala, pensando que por primera vez la vida me habia puesto algo bueno. A ese hombre bondadoso.

Mi estómago rugio del hambre, pues no habia comido nada en todo el día literalmente, pero no habia nada, y tampoco tenia ganas de salir a comprar algo, aunque era más por que no tenía ni un centavo en mi billetera.

De la mochila que andaba saque la botella de agua y me bebí lo que quedaba. Mataría el hambre con agua.

Abrí otra maleta y sque las mantas, pensaba dormir ya, si seguía despierto mi hambre aumentaría.

Me dirige a la primera habitación, mirando de reojo la segunda puerta. Entré, sacudí y revise la cama que se encontraba ahí.

Me acosté y pude sentir la suavidad del colchón, me acomode y cerré mis ojos, dispuesto a no despertar hasta mañana.

kari. ✡

Fantasmas. [PoohPavel] ADAPTACIÓN DE HAMSWIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora