Desde la primera vez que lo vi...
Cuando pasé de primaria a secundaria, sabía muy bien que buscaba tener toda tu atención, me haces sentir mariposas ¿sabes?
Me confundes, pero estoy seguro que eres el indicado
No quiero despertar de este sueño
¡Haré...
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—Saludos, Yoongi —dijo Jungkook, sonriente.
Durante las últimas dos semanas, Jungkook había comenzado a saludarme en la hora del almuerzo, en nuestras clases compartidas y también después de clases, cuando nos reunimos para ensayar los pasos de baile para el aniversario de la escuela. Cada vez que estaba cerca de él, me sentía como una princesa siendo cortejada por su príncipe azul, viviendo en un hermoso castillo.
Con el paso del tiempo, supe más acerca de sus gustos, sus aficiones y lo que no le agradaba. Descubrí que no le gustaban los lugares muy concurridos, que prefería tomar leche de banana, que era muy competitivo en los videojuegos y en cualquier otra cosa que hiciera, y que los fines de semana ayudaba a su padre en una pequeña florería. Cada vez que conocía algo nuevo de él, más me encantaba.
—H-hola, Jungkook —balbuceé, sonrojado.
—Quería preguntarte si tienes tiempo este viernes —dijo Jungkook, sonriendo hacia mi dirección—. Ese día voy a participar en una competencia de fútbol; soy el reemplazo del chico que se lesionó. Quería saber si quieres venir a verme.
Ah, así que solo era para que fuera a verlo jugar...
Espera un momento...
¡Jeon Jungkook me ha invitado a verlo jugar este viernes!
—¿Yoongi? ¿Estás bien? —preguntó Jungkook, preocupado, con varios estudiantes a nuestro alrededor. Parece que me desmayé otra vez.
—S-sí... Estoy bien —respondí, un poco avergonzado.
El amor de mi vida me había invitado a verlo jugar y yo me desmayé por la impresión. Bien hecho, Yoongi, así te verás aún más extraño de lo que ya eres.
—¿Estás seguro? Si quieres, puedo llevarte a la enfermería.
—Gracias, pero estoy bien —reí nerviosamente—. Y sobre el partido del viernes, me encantaría ir.
—¿En serio? Genial, el partido será después de clases —respondió Jungkook emocionado, abriendo los ojos de la sorpresa cuando me rodeó con sus brazos—. Debo ir a practicar con el equipo, nos vemos el viernes.
Jungkook me abrazó...
¡Jungkook me abrazó!
Después de eso, solo recuerdo haber visto todo negro.
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—¡Yoongi! Despierta —escuché la voz de Jin y abrí los ojos lentamente—. ¡Menos mal! Me contó que es la segunda vez que te desmayas, deberías ir a ver a un médico...
—Jungkook me invitó a ver su partido.
—¿Qué?
—¡Jungkook me ha invitado a ver su partido!
Así fue como los dos gritamos de emoción, pero nos callaron las enfermeras de la escuela. Al terminar el día escolar, comenzamos a planear todo para ese gran día.
Haré todo lo posible para que Jungkook sienta lo mismo que yo.
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