Attention | Kookgi

Capítulo 4

La anticipación de ver a Jungkook en su uniforme, compitiendo en el partido de fútbol, era abrumadora. Cada segundo que pasaba hasta el viernes se sentía eterno, como si el tiempo jugara en mi contra, aumentando mi nerviosismo. Jin y yo pasamos horas discutiendo el atuendo adecuado.

—Tienes que vestirte bien, pero no demasiado formal, es un partido de fútbol, no una gala —aconsejaba Jin (como si en verdad fuera un experto en esto) mientras revisaban el armario de mi en busca de la vestimenta perfecta.

—¿Qué tal esto? —Jin sacó una camiseta sencilla pero elegante y una chaqueta ligera, considerando el clima fresco de la tarde.

—Sí, eso parece adecuado —accedí, aunque en mi mente estaba más preocupado por cómo actuaría frente a Jungkook que por la ropa que usaría, ¿debería actuar casual pero interesado?

Finalmente, el viernes llegó. Me vestí con una camiseta simple pero elegante, jeans que me sentaban bien, y un par de zapatillas limpias. Jin, en su papel de hermano mayor adoptivo, me revisó de arriba a abajo antes de darme el visto bueno y empujarme suavemente hacia la puerta.

—Recuerda, solo sé tú mismo. Bueno, un tú mismo, pero no tan tú, ¿me entiendes? —bromeó Jin, guiñándome un ojo. Si lo vuelvo a ver actuando como tonto en frente de Hoseok hyung, me reiré en su delante y gritare la atención de su crush para mi propia diversión.

Al llegar al campo de fútbol, el ambiente estaba cargado de energía y entusiasmo. Grupos de estudiantes se agolpaban alrededor, animando a sus favoritos. Busqué con la mirada a Jungkook y, al encontrarlo, mi corazón dio un salto. Estaba allí, concentrado y dinámico, calentando con el equipo. Su determinación era palpable incluso desde la distancia.

Me hice camino entre la multitud hasta encontrar un lugar desde donde podía ver el partido claramente. Cada vez que Jungkook tocaba el balón, sentía una mezcla de orgullo y nerviosismo. A pesar de ser el reemplazo, su habilidad natural y carisma eran innegables.

En un momento dado, nuestros ojos se encontraron. Jungkook, en medio del juego, me dedicó una rápida sonrisa antes de volver su atención al partido. Esa pequeña interacción fue suficiente para hacer que mi corazón se acelerara y un calor agradable me recorriera.

El partido fue intenso y, aunque no entiendo completamente de fútbol, la emoción era contagiosa. Jungkook jugaba con una mezcla de gracia y agresividad que capturaba la atención de todos los presentes. Finalmente, el equipo de Jungkook ganó, y la celebración fue efusiva. Mientras sus compañeros de equipo lo alzaban en hombros, él buscó mi mirada en la multitud y señaló hacia la salida del campo.

Cuando todo se calmó, nos encontramos cerca de las bancas. Su rostro estaba iluminado por la emoción y el sudor de la victoria adornaba su frente.

—Gracias por venir, Yoongi —dijo, su voz mostrando un genuino aprecio—. Significó mucho para mí.

—Fue un gran juego. Realmente me impresionaste —respondí, tratando de mantener mi voz lo más estable posible.

—Me alegra que hayas podido verlo. Y ... bueno, mi mamá esta invitando hamburguesas a todo el equipo por la victoria ¿Quisieras unirte? —propuso con una sonrisa tímida.

Mis nervios y mi emoción se mezclaron en un torbellino. Jungkook no solo había invitado a ver su partido, sino que conoceré a mi futura suegra e iré a mi futura casa de mi futuro esposo (él aún no sabe que nos casaremos).

—¡SI! digo... claro, me gustaría unirme—respondí, mi corazón latiendo a mil por hora.

Simplemente el mejor día de todos.

𝓐𝓵𝓮𝔁